Si los 43 partidos insisten en ir por separado a las elecciones generales de abril de 2026, la gran mayoría no logrará ingresar al Parlamento. Aunque se menciona con frecuencia el fraccionamiento por el elevado número de organizaciones políticas inscritas, lo cierto es que, si tomamos como antecedente todas las elecciones celebradas en lo que va del siglo, es probable que no más de seis partidos lograrán representación en el próximo Congreso. A continuación, explicamos cómo se configurará este escenario.
En las elecciones del próximo año elegiremos, como ocurrió hasta 1990, dos cámaras: una de diputados, compuesta por 130 miembros, y otra de senadores, integrada por 60. Para que un partido logre ingresar a cada una de las cámaras, deberá superar un umbral de representación que incluye dos requisitos simultáneos: alcanzar al menos el 5 % de los votos válidos y obtener el 5 % de los escaños (7 diputados y 3 senadores). Este umbral se aplica de manera independiente para cada cámara, lo que significa que un partido podría ingresar solo a una de ellas o a ambas, según cumpla o no con dichas condiciones. Para proyectar posibles escenarios para el 2026, podemos tomar como referencia los resultados de los parlamentos elegidos desde 2001, considerando que durante este periodo solo tuvimos una cámara. Por ello, replicaremos esos resultados con fines de simulación.
En las elecciones del 2001, en las que resultó elegido presidente Alejandro Toledo, se presentaron 13 listas parlamentarias y lograron representación 11 de ellas. Por aquel entonces no existía un umbral de representación. Si aplicáramos las normas vigentes para el 2026 a esos resultados, solo habrían ingresado 4 partidos a la Cámara de Diputados y 5 al Senado. Es decir, menos de la mitad. En ese escenario simulado, partidos como Unión por el Perú, Somos Perú, Acción Popular, Cambio 90/Nueva Mayoría, Renacimiento Andino, Solución Popular y Todos por la Victoria no habrían obtenido representación parlamentaria.
Para el caso de las elecciones del 2006, en las que resultó elegido presidente Alan García, se presentaron 24 listas parlamentarias. A diferencia del proceso anterior, en esta elección se introdujo por primera vez el umbral de representación del 5 % de los votos válidos. De todas las organizaciones participantes, solo 7 lograron obtener escaños en el Congreso. Si aplicamos las reglas de representación que estarán vigentes en 2026, el número de partidos con representación se reduciría nuevamente: solo 4 habrían ingresado a la Cámara de Diputados y 5 al Senado. Es decir, de un total de 24 partidos participantes, solo una quinta parte habría logrado representación parlamentaria. En este escenario simulado, Restauración Nacional y Perú Posible no habrían conseguido superar el umbral y, por tanto, no habrían obtenido representación en ninguna de las cámaras.
Cinco años después, en las elecciones del 2011, Ollanta Humala ganó la presidencia y un total de 12 partidos presentaron listas parlamentarias. En este proceso electoral, el umbral de representación ya se encontraba fijado en 5 %, y solo seis organizaciones políticas lograron alcanzar escaños en el Congreso. Si realizamos la simulación bajo las reglas que estarán vigentes en 2026, tal como en los casos anteriores, el número de partidos con representación se habría reducido aún más: únicamente cinco habrían ingresado al Congreso. En esta simulación, el Partido Aprista Peruano no habría alcanzado representación parlamentaria.
Con ocasión de las elecciones del 2016, en las que resultó elegido presidente Pedro Pablo Kuczynski, se presentaron 11 listas parlamentarias y seis de ellas obtuvieron representación en el Congreso. Si realizamos la simulación bajo el nuevo sistema bicameral y aplicamos los umbrales establecidos para el 2026, los resultados también se verían modificados. En este escenario, Acción Popular y Alianza Popular no habrían logrado superar el umbral para ingresar a la Cámara de Diputados, por lo que habrían quedado fuera. No obstante, Alianza Popular —coalición conformada por el Partido Aprista, el Partido Popular Cristiano y Vamos Perú— sí habría obtenido representación en el Senado.
Finalmente, con motivo de las elecciones del 2021, en las que Pedro Castillo fue elegido presidente, se presentaron 20 listas parlamentarias. De ese total, 10 partidos lograron obtener representación en el Congreso. Sin embargo, si aplicamos las reglas que regirán en las elecciones de 2026, el número de partidos con escaños se reduciría drásticamente. De acuerdo con la simulación realizada siguiendo el mismo método aplicado a los procesos anteriores, solo 6 partidos habrían ingresado al Parlamento. Esto significa que cuatro organizaciones políticas —Juntos por el Perú, Somos Perú, Podemos Perú y el Partido Morado— habrían quedado fuera, al no superar los requisitos mínimos de representación.
De lo anterior se desprende lo siguiente: en las cinco elecciones celebradas en lo que va del siglo, el número de listas parlamentarias presentadas ha oscilado entre 11 y 24, y entre 6 y 11 partidos han logrado representación congresal. Sin embargo, si se hubiesen aplicado las reglas que estarán vigentes en 2026, con sistema bicameral y umbrales de representación, no más de seis partidos habrían ingresado al Parlamento en cada elección. En otras palabras, aunque existe una evidente fragmentación a nivel de inscripción de partidos, ello no se reflejará en la composición del Congreso que se elegirá en 2026. El sistema electoral vigente tendrá una mayor capacidad reductora.
Además, es altamente probable que los partidos que consigan representación en el próximo Congreso sean, en su mayoría, aquellos que actualmente cuentan con bancadas parlamentarias. Esto se debe a que, en un contexto de alta oferta electoral, con voto preferencial y numerosas listas compitiendo, el reconocimiento del nombre del partido, la figura de su líder o lideresa y su símbolo jugarán un rol decisivo en la visibilidad ante el electorado, que se enfrentará a una sobrecarga de nombres y emblemas en las cédulas de votación.
En consecuencia, si un partido —especialmente aquellos nuevos o sin representación actual— desea formar parte del reducido grupo que logrará representación parlamentaria, tendrá que considerar seriamente la formación de amplias alianzas electorales. De lo contrario, quedará fuera del Congreso, perderá su inscripción y cederá espacio político a los partidos con presencia consolidada. Y el costo de volver a inscribirse no será menor: deberán acreditar más de 25 mil afiliados y recolectar más de 700 mil firmas válidas de adherentes. Están advertidos. (Texto en Pdf).







