El Perú es un país profundamente centralista. En Lima reside aproximadamente un tercio de la población nacional y poco menos de la tercera parte del electorado. Esta concentración también se refleja en la representación política, pero esa es la realidad.
El tema cobra relevancia debido a una reciente resolución del Jurado Nacional de Elecciones (JNE) que distribuye los escaños del Congreso. En el caso de la Cámara de Diputados, esta asignación debe realizarse en estricta proporción a la población electoral. Sin embargo, como veremos, Lima perderá siete diputados. Y, si bien hay una explicación, eso no se justifica.
La distribución de escaños aprobada presenta dos problemas graves. En primer lugar, la cifra de población electoral utilizada para el cálculo dista significativamente de la información que el RENIEC presentó últimamente. Lo adecuado habría sido realizar la asignación una vez cerrado el padrón electoral el 12 de abril, con datos definitivos.
El segundo problema proviene de la propia ley, que el Congreso actual no ha modificado. Con miras a las elecciones de 2001, cuando se pasó de una circunscripción única a la asignación de escaños por departamentos, se advirtió que Madre de Dios no alcanzaba el número suficiente de electores para obtener representación. La solución —no la mejor— fue asignar primero un escaño a cada circunscripción (26 en total) y distribuir el resto proporcionalmente a la población electoral, asegurando que todas las regiones tuvieran al menos un representante (Art. 21 de la Ley Orgánica de Elecciones).
Sin embargo, habiendo transcurrido un cuarto de siglo, la población electoral ha crecido de poco menos de 15 millones a más de 27 millones de votantes. Con una distribución estrictamente proporcional, Madre de Dios ya alcanzaría por sí misma un escaño. No obstante, la fórmula de distribución de escaños se mantiene distorsionando la representación, y como resultado, Lima tendrá solo 32 diputados y La Libertad, 7, en lugar de los 39 y 8 que les corresponderían respectivamente. ¿Quiénes se benefician de la pérdida de estos ocho escaños? Ica, Madre de Dios, Moquegua, Pasco, San Martín, Tacna, Tumbes y Ucayali, cada una con un diputado adicional.
El Congreso tiene hasta el 12 de abril para corregir este grave error, que afecta directamente la representación de Lima y La Libertad. De no hacerlo, el desfase en la distribución de escaños continuará, distorsionando la representatividad del país en la próxima cámara de diputados (Con alguna variación de la columna publicada en Semana Económica, 16 de marzo del 2025).