Después de haber leído las estupendas novelas “Los días del abandono” (2002) y “La vida mentirosa de los adultos” (2019), Netflix estrenó, el año pasado, la película “La hija oscura” (2006), adaptada del libro del mismo nombre. Todas escritas por Elena Ferrante, de un total de nueve novelas, traducida en varios idiomas y éxitos de ventas en el mundo. Lo curioso de esto, es que Elena Ferrante es el seudónimo de una escritora de la que se conoce poco. Es italiana, supuestamente de Napoles y las investigaciones periodísticas señalan que se trata de Anita Raja.
De sus novelas, he leído “Los días del abandono”, que tiene que ver con la separación. Es el caso de Olga, quien es abandonada por su esposo, luego de quince años de matrimonio, por una chica joven. El mundo del matrimonio perfecto se desmorona, con dos hijos a cuestas. Olga no duerme, no come y casi no se reconoce. En esa caída, trata de encontrar el camino que le permitan seguir adelante, no sin sorpresas.
En “La vida mentirosa de los adultos”, es el descubrimiento de la mentira, el amor y el sexo, a través de Giovanna, una joven empeñada en conocer a su tía Vittoria, incomprensiblemente borrada de las conversaciones y álbumes de fotografías, que desmoronará la perfecta apariencia de su familia.
En el caso de “La hija oscura”, se trata de la vida de Leda, profesora de literatura inglesa, divorciada hace mucho tiempo. Sus dos hijas, a quienes se había dedicado mucho, se van a residir con su padre a Canadá. En vez de sumirse en la tristeza y la soledad decide darse unas vacaciones en la playa, donde siente la libertad y el desapego. Allí conocerá a una madre joven y su pequeña hija, que le removerá y sentirá de manera áspera, la parte de infeliz de ser madre. Tema duro y nada complaciente pues, como bien señala Francesca Tori “Una mujer que no ve en primer lugar por sus hijos se convierte en un “monstruo”, ya que es una barbaridad que una mujer no pueda sentirse completa o satisfecha siendo madre. Así, la identidad de la mujer depende de la maternidad; no se reconoce que la mujer es un sujeto autónomo con una identidad propia, que no depende de ser esposa o madre”.
En la película con el mismo nombre, Leda es interpretada por la actriz británica Olivia Colman (serie “The Crown” y la película “Father”), en una versión bastante fiel al libro. Sin embargo -ya me ha ocurrido en otras oportunidades- la película, pese a ser muy bien tratada por la crítica, no llega al nivel de calidad del libro. Quizá hay una equivocada comparación, allí donde no se debe comparar. En cualquier caso, sin ninguna pretensión de ser un crítico literario, sino simplemente un lector, recomiendo a Elena Ferrante, una escritora a la que hay que leer.