(Entrevista de Diego Casimiro Oré, diario La República) El politólogo de la PUCP, Fernando Tuesta, afirma que “el pragmatismo es lo que en realidad perfila” a la facción cerronista de Perú Libre, cuya bancada se redujo tras la renuncia de Guillermo Bermejo, Héctor Echevarría y la también ministra de Trabajo y Promoción del Empleo, Betssy Chávez. Dichas salidas se dieron luego de que una parte del partido de Gobierno se abstuviera en la votación de la moción de censura en contra de María del Carmen Alva.
Tuesta Soldevilla también cuestiona la falta de contacto entre el presidente Pedro Castillo y los medios de comunicación: “Cree que hablar en la plaza es la única forma de comunicarse”.
En el Congreso, más allá de las posturas y discursos, están los votos. Perú Libre ya ha perdido tres votos a raíz de que, según Betssy Chávez, una parte de la bancada fue en contra de un acuerdo, ¿habría un cálculo detrás o simplemente hay una inclinación por los gestos políticos?
El cerronismo tiene agenda propia. ¿Qué es lo que quiere conseguir? Una mejor ubicación en el ordenamiento de las bancadas. Es claro que el sector magisterial también tiene su propio juego. En consecuencia, el cerronismo busca articular una mejor posición y eso lo ha llevado a coincidir, en este caso, con la derecha. El cerronismo es super ideologizado, es lo que muchos dicen, pero yo creo que es más pragmático de lo que uno cree. El cerronismo no ha tenido ningún empacho en asociarse con quien fuera necesario para sus fines. Por lo tanto, creer que solo es un grupo ideologizado es parte de una de sus caras. El pragmatismo es lo que en realidad yo creo que lo perfila.
Por eso es que tienes cosas tan impensadas como tener a (Ricardo) Belmont en su momento como candidato. Hay que entender que Perú Libre como otras, no la única, que son bancadas poco cohesionadas porque no todos son militantes del partido, porque su afiliación al partido ha sido por diferentes razones, porque el cerronismo llega a tener 37 escaños sin pensarlo. Algunos candidatos, seguro, eran de relleno.
Una frase que varios congresistas de Perú Libre han usado en sus intervenciones en el pleno es: “Ustedes (refiriéndose a la derecha) tendrán los votos, pero no la razón”. ¿Se buscaría tender puentes con la oposición?
No estamos diciendo que hay una alianza o una coalición política con la derecha. Obviamente han coincidido en algún hecho como se especuló, pero eso no le quita el hecho de que ellos tienen su propia agenda, como la derecha tiene la suya. La derecha tiene, sobre todo el sector más extremo, dentro de su agenda deshacerse de Pedro Castillo: como vacarlo, hacerlo renunciar, cualquiera sea la forma.
Pedro Castillo también ha estado en el ojo de la tormenta esta semana. Karelim Lopez habría buscado ser colaboradora eficaz en su contra, mientras que el procurador general presentó una denuncia ante la Fiscalía. La oposición ha criticado al presidente, pero no ha evocado la figura de la vacancia. ¿Está siendo más precavida la oposición tras el rechazo al primer intento de vacancia?
La oposición sabe que mientras no consiga los 87 votos de nada sirve intentarlo porque también intentar vacar al presidente es un desgaste político. Si bien es cierto que está en su agenda, no quiere decir que la vaya a utilizar en cualquier momento. El Ejecutivo, por más débil que sea, significará un desgaste.
¿Ello sería una de las razones por las que la desaprobación del presidente y del Congreso supera el 50%? Incluso, el rechazo al Parlamento va por 70%.
Sí, tiene mayor desaprobación, pero por lo mismo. No están en una posición de fuerza. Hay una oposición más moderada, como Acción Popular, Somos Perú, Podemos, Alianza para el Progreso; mientras que en una oposición más extrema están los tres que votan como bloque siempre (Fuerza Popular, Renovación Popular y Avanza País).
Los de las bancadas extremas, que son las que más insisten con lo de la vacancia, tienen que lograr que una situación les sea favorable para inclinar a su favor a todas las del centro. Eso va a depender, sobre todo, de factores que no necesariamente controlan.
¿Cómo cuáles?
Situaciones exógenas. Pasa cualquier tema, los medios de comunicación suelen develar situaciones que obviamente la oposición canaliza o trata de aprovechar. Eso es algo que no controlan. Ellos no pueden, por sí solos, crear situaciones.
Estas situaciones requerirían un pronunciamiento inmediato del jefe de Estado; sin embargo, desde el inicio del Gobierno de Pedro Castillo, hemos visto que no es así. ¿Cuánto afecta el silencio a la figura del presidente?
Mucho. (Pedro Castillo es) un presidente que cree que hablar en la plaza es la única forma de comunicarse. El presidente tiene muchas limitaciones que ya conocemos. Dentro de estas limitaciones está la parte comunicativa, pero un presidente tiene que comunicar. Ya no importa cómo llegó, finalmente es el presidente y tiene que asumir su responsabilidad. No enfrentarse a la prensa es una mala política comunicacional.
Hace unos momentos, el ministro del Ambiente, Rubén Ramírez, dijo que el presidente no está en la obligación de responder a la prensa, sino a sus electores.
Para empezar, sus votantes fueron varios millones. Si cree que congregando 100 o 200 personas se va a comunicar con lo que él llama “el pueblo”, tiene una idea bien distorsionada de este término abstracto que se dice denominar “pueblo”. Es un uso maniqueo que lo podrá seguir usando, pero no es masivo, para eso están los medios de comunicación.
Regresando netamente al Congreso, mucho se habla de este abrazo entre Guido Bellido, uno de los congresistas más representativos de Perú Libre, y María del Carmen Alva tras el rechazo a la moción de censura. ¿Cuál es su lectura respecto a esto?
Quien sale ganando es María del Carmen Alva. Ha sido ella muy hábil en tomarse foto al lado de Guido Bellido y (se muestra) complacido. Pero las críticas no han sido a María del Carmen Alva, las críticas han sido a Bellido. Esa foto muestra un momento, pero también muestra otros mensajes: un Perú Libre pragmático, más allá de su grandilocuencia extrema y súper ideologizada.
Algo en lo que coinciden diversos congresistas y el ministro de Educación, Carlos Gallardo, es en esta posición ambigua —hasta se podría decir en contra— respecto a la reforma universitaria. ¿Es posible que el ministro supere esta moción de censura en su contra?
Hasta ahora no se ha censurado a ningún ministro, pero el ministro de Educación ha dado todos los pasos necesarios para que lo censuren. Es un ministro timorato, dubitativo, no claro, y no defendió una de las poquísimas reformas de Estado que superan varios Gobiernos. Este Gobierno se ha convertido en el más peligroso (para la educación), pese a que tenemos un presidente que es maestro.
Es maestro, pero sobre todo presidente de la República y no un sindicalista. La forma de ver la educación lamentablemente es como un tema de reivindicaciones para los maestros. Lo principal son los alumnos (La República, domingo 19 de diciembre del 2021).