(Entrevista de Ricardo Monzón Kcomt, Peru21). El primer ministro, César Villanueva , expuso ayer la política del gobierno y solicitó el voto de confianza. Fernando Tuesta Soldevilla analiza el mensaje y las propuestas que planteó.
El premier dijo que el principal error fue perder tiempo en los antis. Uno de los ejes de su gestión, señaló, será la búsqueda de consensos. ¿Coincide con esa lectura del problema?
En realidad, en todos los gobiernos, en todos los países, existe lucha entre los grupos políticos, algunos mucho más polarizados que otros. Lo de los antis ha sido un elemento destacado de la política peruana, pero creo que se ha exagerado su nivel de importancia, no porque no exista, sino porque te hace pensar que eso casi es algo nuevo y no es así. Invocar a ciertos consensos, todos los gobiernos lo dicen. Reunirse con las bancadas, todos lo hacen.
Tras este mensaje, el fujimorismo pidió consenso y solo criticar cuando corresponda, mientras que el oficialismo dijo que su postura no será ni de oposición ni de subordinación. ¿Cómo analizar eso?
Bueno, Peruanos por el Kambio (PpK) ha dejado de ser el partido gobiernista; ya no lo es porque ni ellos sienten que el gobierno de Vizcarra es el suyo ni el presidente Vizcarra ni el primer ministro Villanueva sienten que aquel es su partido. Es más, la supervivencia de estos últimos depende más de su relación con las otras bancadas que con la de PpK. La percepción es que Fuerza Popular (FP) quería deshacerse de Pedro Pablo Kuczynski (PPK), a quien nunca le reconoció el triunfo electoral. Si antes PPK era fujidependiente, porque dependía de Keiko, Kenji o Alberto, ahora Vizcarra depende solo de Keiko y FP. Él no explora la posibilidad de crear coaliciones al margen de ellos, por ahora. Eso lleva a concesiones que son percibidas por los grupos políticos.
El gobierno hizo propuestas que uno pensaría que no serán del agrado de FP, como penalizar los aportes no declarados en el financiamiento de campañas o que quien postule a cargo público autorice automáticamente a la UIF a acceder a su secreto bancario. ¿Eso no genera un choque de poderes?
Yo no estoy tan seguro de que sea solo el fujimorismo quien ve estas medidas con cierta preocupación. En realidad, estas no son las medidas que serán determinantes para el problema de las campañas. Mientras la proporción del dinero privado sea importante en las campañas, medidas punitivas no van a combatir ni derrotar lo que se busca, sino será con medidas complementarias como el financiamiento público de las campañas, el incremento del acceso de los partidos a los medios y la prohibición de que estos compren más allá de lo que se les concede. Las medidas punitivas, siendo importantes, no son el centro de la atención. Creo que no han visto muy bien el problema.
Ya sabemos qué es el “pacto social” del que habló el presidente Vizcarra cuando asumió la Presidencia. Villanueva señaló que este debe ser el resultado de agendas comunes y objetivos compartidos. ¿Se podrá fijar metas comunes entre Congreso y Ejecutivo?
Mira, en todos los lugares en donde se hace política pluralista hay negociaciones, concesiones, más aún si el gobierno tiene puntos de debilidad. Lo bueno es que tengas la iniciativa porque alrededor de ellas es que se discute.
Antes de los primeros 180 días presentarán al Congreso los proyectos de ley. ¿No hubiese sido mejor pedir facultades sobre ello?
Sí, yo también hubiera preferido eso, pero quizá estén pensando que las facultades delegadas van a demorar. De todas formas, una medida no se contrapone necesariamente con la otra.
Sí ingresaron hoy un pedido de facultades para modificar el diseño del sistema de reconstrucción con cambios. Buscan reducir en unos 13 meses el tiempo para la ejecución de un proyecto.
Bueno, la reconstrucción es vital y el gobierno necesita tener resultados más tangibles directamente ligados a la gente, como este. La reforma política, para la gente, es más abstracta.
Villanueva hizo algunas propuestas que quisiera que nos diga qué tan realizables son. La primera, sustituir gradualmente las exoneraciones tributarias por una asignación directa, que sea destinada a las mismas regiones.
Realizable podría ser, pero yo sería más cauteloso porque este año se eligen nuevas autoridades regionales y todas van a ser nuevas. Es decir, muy pocos tendrán experiencia, y recuerde que está preñado de buenas intenciones el camino al infierno. No quiero decir que no es realizable, pero advierto un nivel de entusiasmo que requeriría un mejor desarrollo. El afán descentralista está claramente expresado en el discurso y en las propuestas.
En cuanto a agua y saneamiento, el premier aseguró que en los próximos tres años la cobertura de acceso al agua alcanzará el 85% en el sector rural y el 100% en el urbano. Para ello invertirán más de S/4,000 millones.
Hay que acordarse que en el plan de gobierno y en el propio gobierno de PPK se tomó como bandera justamente este tema, fue la promesa que no se pudo cumplir y que Vizcarra quiere llevar adelante. Es, quizás, la herencia más clara del gobierno de PPK. Ahora, para que eso se logre se requiere varias cosas, no solo de voluntad política, sino de un gasto importante. Dentro de las propuestas, esta es de las más ambiciosas.
¿Cuál cree que fue el punto flaco del discurso?
No vi un buen ánimo en Educación. Se dice que se reimpulsará la reforma educativa, pero no se menciona nada de la educación superior o del fortalecimiento de la Sunedu, que es acechada por diversos sectores de universidades privadas y públicas. No se dijo nada sobre la violencia contra la mujer, que es un tema capital de los últimos días. Este tema merecía algo más que unas palabras o frases; merecía políticas claras y estas no han existido.
AUTOFICHA
– “Soy politólogo. Ex jefe de la Oficina Nacional de Procesos Electorales, ex director del Instituto de Opinión Pública de la PUCP, donde también soy profesor principal. Dirijo la consultora Tuesta&Consultores. Publiqué 16 libros, el último de ellos Perú: Elecciones 2016, un país dividido y un resultado inesperado”.
– “A diferencia de la presentación de otros gabinetes, en este caso en el listado de propuestas se incluyó la reforma política. Ningún gabinete lo había hecho y ahora se lo colocó como el punto número uno. Ese es un buen mensaje del gabinete Villanueva”.
– “El gobierno busca aumentar la cantidad de trabajadores formales. Aspira que esto se logre bajo la cobertura del Consejo Nacional de Trabajo (CNT). Si se logra un mejor crecimiento económico, si hay cierta tranquilidad política, si se incentiva la inversión privada, estas son metas realizables” (Peru21, jueves 3 de mayo del 2018).