Empieza bien. Según CPI, Pedro Pablo Kuczynski (PPK) tiene un 70.4% de respaldo al inicio de su período de mandato y el Gabinete Zavala 52.6%. Pero esto no es novedad, pues al inicio de los períodos, los gobiernos de Alan García (71.8%), Alejandro Toledo (59%) y Ollanta Humala (58.7%) también recibieron importantes apoyos.
Pero PPK ganó esta elección con una diferencia mínima, carece de mayoría en el Congreso, de un partido sólido y de operadores políticos. En él racae, pues, todo el peso de crearse un apoyo de la opinión pública, la suficiente legitimidad que contrapese sus debilidades. En todo caso, sus declaraciones, sus gestos, el mensaje a la Nación y otras intervenciones han sido recibidos de manera positiva por la opinión pública, pese a los deslices que, por lo visto, tuvieron solo efecto negativo en la oposición.
PPK ha ganado largamente este primer tramo que lo coloca en buena posición frente al Congreso cuando su gabinete solicite el voto de confianza y, posteriormente, la delegación de facultades.
En esa relación, que puede pasar de tensa a enconada, tiene todas las de ganar y la oposición, mucho que perder. Sin embargo, es bueno recordar que si bien todos los presidentes han empezado bien, también recordar que todos terminaron mal.
En lo que va del siglo, todos fueron desaprobados a partir del segundo año, para terminar así sus mandatos. Es decir, gobiernos desgastados y gobernantes rechazados. Esa es la línea de tiempo que han recorrido nuestros mandatarios. Administrar bien la figura presidencial con adecuadas decisiones políticas son ejes claves que tendrá que manejar PPK si no quiere terminar como sus antecesores (Peru21, domingo 7 de agosto 2016).
*13 de agosto, todos a la marcha nacional #NiUnaMenos.