Miraba a través de la ventana todas las tardes, mientras el sonido del violoncello penetraba con la misma lentitud con que se desplazaba el cisne. Ella no podía reprimir las lágrimas que quería esconder en el silencio de esos días fríos, mientras el cisne aparecía con claridad ante la belleza de las notas de este bello instrumento. La ausencia del hijo, era una pena que tenía que sentirla sola. Yo sólo podía observarla y escuchar la música de manera involuntaria. Pasaron los años, mi hermano regresó y ella ya no derramó más lágrimas delante de la ventana. Pero esas notas penetrantes del Carnaval de los Animales de Camille Saint-Saëns me acompañaron desde aquellas tardes de niñez. Ahora lo escucho, miro por la ventana y no puedo dejar de pensar en ti mamá.
Polítika, desea un Feliz día a todas las Madres.
dicen que por la música tambien se conocen a las personas que sentimientos tan bellos de esa madre, y que música tan maravillosa me encanto .
Totalmente cierto aunque no podemos ver la música podemos sentirla.
Excelente Artículo.
Saludos
Yo también la recuerdo mucho siempre..y el domingo pasado Dia de la Madre, más aún cuando amanecí, creo más que hace unos años…. desde que nos dejó y partió y…. esa música, claro que la recuerdo y tambien cuando miraba tras la ventana, como no recordar todo eso desde nuestra niñez y que ella y mi papá nos dieron tanta alegria, enseñanza y felices e inolvidables momentos…….
un beso y está muy bonito!
Tita