El debate presidencial de hoy difícilmente impactará de manera decisiva sobre las tendencias electorales. Diez candidatos no hacen un debate, sino una seguidilla de exposiciones. Los emparejamientos de candidatos durarán escasos minutos y solo servirán para la anécdota.
Se ingresará así a una semana crucial y también de oscuridad, pues no será posible publicar encuestas. Será el momento de los rumores, las contracampañas y las encuestas ‘truchas’ que circularán por las redes.
La incertidumbre se reduce a quién pasará a la segunda vuelta. Todo parece indicar que Alfredo Barnechea ha tocado techo y comenzado a decrecer en intención de voto.
Pedro Pablo Kuczynski, quien por semanas apareció en segundo lugar y en condiciones de ganar a Keiko Fujimori en segunda vuelta, tiene un votante muy concentrado en nivel socioeconómico A, B y, en menor medida C, así como en Lima y el Oriente, que tiene poco electorado.
Pero el principal problema es que en el último medio año ha crecido muy poco, pese a todos los esfuerzos de su campaña.
En cambio, Verónika Mendoza no solo ha tenido un crecimiento constante, sino que se ha nutrido de los indecisos como ningún candidato. Hay un 15% que no la conoce, por lo que puede ganar adhesiones. Su votante se concentra en el interior del país, en el centro y, sobre todo, en el sur, donde gana a todos. Tiene cuatro veces más intención de votos que PPK en el ámbito rural.
PPK quizá desate una campaña que asocie a Verónika Mendoza con el gobierno y con el chavismo, para crear temor y atraer votantes de Barnechea y de candidatos pequeños que ya están en estampida.
Verónika Mendoza quizá presione por un abandono de la candidatura de Gregorio Santos, cuyos votantes necesita. Mientras tanto, Keiko Fujimori espera y se entrena para la segunda vuelta (Peru21, domingo 3 de abril del 2016).