El Congreso aprobó el mecanismo del "curul vacío". Este es un mecanismo importando del sistema colombiano (allí se denomina "silla vacía") que se usa desde el 2009 y que permitió (período 2010-2014) que cinco escaños queden vacíos, debido a que cinco parlamentarios fueron sentenciados, por ser parte de la llamada "parapolítica". El mecanismo consiste en que dichos escaños, no pueden ser ocupados por los suplentes o accesitarios del partido, como castigo por haber incluido (o no haber tenido el cuidado) a candidatos que delinquen. Es un castigo a los partidos que permitieron dichas candidaturas. Sin embargo, hay tres observaciones que pueden hacer ineficaces esta medida:
1) En Colombia no existe la inmunidad parlamentaria. En nuestro país, sí. Procesar, sentenciar y desaforar a un parlamentario, no es más complicado que con cualquier persona. En el Perú, la inmunidad parlamentaria protege al congresista que no puede ser procesado, a no ser que el propio parlamento levante dicha protección. Cosa que no suele suceder siempre.
2) En Colombia sí se castiga al partido pues existe una mayor relación entre parlamentarios y partidos. En nuestro país, el transfuguismo es alto. Un porcentaje considerable de parlamentarios han salido de los partidos en los que han sido elegidos. Hipotéticamente, si alguno de ellos (o todos) se les aplica este mecanismo, los partidos no son castigados, pues ya no pertenecen al partido.
3) Nuestra Constitución señala (cosa que no debería ser) que el Congreso está compuesto de 130 parlamentarios. En el hipotético caso que uno o varios se les aplicara el mecanismo, el número de parlamentarios se reduciría, contraviniendo la propia Constitución.
Ciertamente es mejor tener esta norma que no tenerla, pero creer que su alcance es alto, es crear faltas expectativas. Aun cuando si uno ve los debates en los plenos del Congreso, parece que la ley fuera antigua. Hay escaños vacíos, pues muchos parlamentarios no se hacen presentes. Los castigados son los electores.