Luis Castañeda y el valor de la verdad

El Jurado Electoral Especial (JEE) de Lima ha resuelto declarar improcedente la inscripción de la candidatura del ex alcalde Lima Luis Castañeda Lossio, líder de Solidaridad Nacional por consignar datos incorrectos en su Hoja de Vida (HV). El tema es delicado, pero detrás hay una historia que dificulta mirar con claridad y serenidad.
 
El Perú es uno de los países en donde el desprestigio de la política es de los más altos. El rechazo ha creado climas electorales polarizados que se combinan con actos de corrupción. Sin embargo, la llamada Hoja de Vida (HV) se está convirtiendo en una herramienta para eliminar competidores. Estamos delante de un peligroso proceso de distorsión de los requisitos e impedimentos para la participación política.
 
La historia del sufragio ha sido un largo camino por retirar los requisitos que tiene un ciudadano para elegir y ser elegido. Se dejó atrás limitaciones de propiedad, género, educación, etc. Ciertamente en todos los países se considera algunos requisitos positivos: ciudadanía, tener documento de identidad, edad, residencia (a Alex Kouri no se le permitió participar en el 2010, por no cumplir con el requisito de vivir en Lima) y otros negativos (incapacidades e inhabilitaciones), como los condenados con sentencia firme.
 
La modificatoria de la Ley de Partidos Políticos, en el 2005, introdujo la llamada HV convirtiéndola en un requisito ineludible de inscripción. No existe en ningún otro país que lo incorpora en su cuerpo de requisitos, pero no se cuestionó ni se cuestiona, porque es popular y porque se tiene la creencia que se está delante de un filtro eficaz para mejorar la calidad de la representación.
 
A nadie le gusta por cierto la demagogia y la mentira. Eso es lo que hacen algunos políticos con frecuencia. Más grave cuando prometen algo en campaña y no lo hacen. Eso ha crecido de manera alarmante. Sin embargo, la HV ni lo impido ni lo limita. Si ese es el objetivo de la HV (que no lo fue en su formulación) pues sería un método insuficiente. En la HV no está la vida de un candidato y menos lo que puede hacer en el poder.
 
El tema ha pasado de un polígrafo del valor de la verdad a un arma de eliminación de candidatos. Se está pasando de valorar propuestas políticas, que hasta ahora se discute poco, a esperar en qué se equivocan o mienten los candidatos. Un claro ejemplo de la despolitización de la política. Ciertamente algunos aplauden las sanciones derivadas de la HV porque dejaría fuera de carrera a Luis Castañeda. Otros, por lo ocurrido con Burgos y, algunos, aspiran a que le suceda lo mismo a Susana Villarán.
 
Esto lleva a otro tema de la HV. Su aplicacioón. El alto riesgo de la desproporcionalidad entre la falta y la penalidad. ¿Qué tan estrecho o elástico es el término mentir? ¿una inscripción debe declararse improcedente por señalar incorrectamente lugar de nacimiento, domicilio (así sea en el mismo distrito), estado civil? Es posible construir un conjunto de penalidades que estén en proporción a la falta. No aplicar una pena ciega, pues basta que a una persona se le impida participar injustamente para que el daño sea irreparable. Se debe excluir de la competencia a todo candidato que tiene impedimentos o por estar inhabilitado. Nada más. Todo lo demás debe ser parte de la información que se puede solicitar a los candidatos. Quien no la entrega, pues que se conozca y que el elector valore esta actitud. Debemos hacernos responsables de nuestros actos. En este caso, el de votar de manera responsable.