Subida de sueldos

El aumento de sueldo de los altos funcionarios del Estado, ha sido una medida necesaria. La forma, inadecuada. Pero para un aumento de esta naturaleza, nunca hay un buen momento. Difícilmente es aprobada y fácilmente atacada. El gobierno de Alan García, al haber recortado hace ocho años el sueldo de los altos funcionarios a la mitad, afectó considerablemente el poder atraer a profesionales de alto nivel, para responsabilidades sumamente delicadas, con precariedad laboral, alta vulnerabilidad de la imagen personal y retornos muchas veces ingratos. Si bien todos quisieran que sus sueldos se incrementen, no todos tienen la misma responsabilidad en el manejo de la cosa pública, que afecta la vida de todos. En la administración pública, es cada vez más problemático contratar a profesionales de alta calidad y buena formación. Los sueldos no son competitivos con los del sector privado. Sin embargo, enterarnos sobre el tema, por una publicación en El Peruano, es de las torpezas de las que nos tiene acostumbrados el gobierno. Igualmente, hubiera sido bueno hacerlo como parte de una anuncio general que incorpore otras medidas necesarias como parte de la Reforma del Estado. Ahora, la medida es presa de los ataques -muchos de ellos demagógicos-, al que no hay que sumarse. Exigir sí, más medidas que deban ser coherentes, responsables y ordenadas.