En los partidos políticos han existido siempre corrientes de opinión, tendencias y hasta fracciones. Es más, todos los partidos históricos han sufrido rupturas. La última, en el Apra fue encabezada, hace tres décadas, por Andrés Townsend Escurra, que formó el Movimiento de Bases Hayistas. Acción Popular vio desprenderse, al final de su primer gobierno, de un sector encabezado por Gustavo Mohme Llona, quien forma Acción Popular Socialista, para luego desaparecer. El propio PPC es producto de una ruptura de la Democracia Cristiana. Aquí, a diferencia de los casos anteriores, el tronco partidario es el que desapareció. Y ni hablar de la izquierda. Sus rupturas son tan consustanciales a su naturaleza, como su proclama de unirse.
Todos estos procesos, fueron precedidos de discusiones internas con el propósito de controlar al partido, en los que las expulsiones no estuvieron ausentes. Claro está que, si bien estas discusiones estaban revestidas de contornos ideológicos y programáticos, detrás había también liderazgos personalistas.
Pero en los noventa, con el desplome del sistema de partidos, decae el anclaje ideológico y los partidos pierden tanto militantes como votos. Así floreció la época de oro del independentismo. Proceso que fue larvando el surgimiento de partidos emergentes, altamente personalistas y carentes de ideología. Reclutaban militantes, solo para época de elecciones y sus adhesiones eran débiles, como muchas veces efímeras. De esta manera, el pragmatismo suplanta a la ideología y las identidades partidarias se tornan borrosas.
En este contexto, los partidos se multiplican tanto como su corta vida. Surgen así necesidades mutuas. Los partidos necesitan candidatos y estos, partidos inscritos. No hay más. Este matrimonio de interés, al estilo migrante ilegal, es el que prospera cada vez más. Es por eso que podemos ver cómo varios parlamentarios –aun cuando también se observa a nivel regional y local– postulan con diversas camisetas. Algunos los llaman tránsfugas. Ellos no se sienten así. Es la forma pragmática de seguir en la política.
Todo esto es permitido gracias también a las reglas de juego institucionales. El voto preferencial es una de ellas. En un contexto de extrema debilidad, este mecanismo debilita a los partidos. Más aún, el parlamentario se siente que le debe poco al partido, pese a que sin partido no le es posible candidatear.
Además, si antes existía una correspondencia entre partido político y Grupo Parlamentario, hoy no es así. El primer desencuentro está en que, gracias a la Ley de Partidos Políticos, si bien un partido puede obtener al menos el 5% de los votos, no requiere un mínimo de congresistas. Ese mínimo, de seis, que exige el Reglamento del Congreso es para formar un Grupo Parlamentario o bancada. A eso se agrega que ese mismo reglamento permite que se formen nuevos grupos parlamentarios. Así, la mesa está servida.
Desde el 2001, en los tres períodos parlamentarios, han ingresado al Congreso 123 parlamentarios que no estaban inscritos en partido político alguno. En diez casos, ingresaron partidos que no tenían el número mínimo de parlamentarios para constituir una bancada parlamentaria y salieron de sus respectivos partidos 87 de 370 parlamentarios. Es seguro que en los próximos dos años y medio que queda del presente Parlamento, este número crecerá.
Por eso, legislar sobre el transfuguismo no resulta una tarea fácil, si bien la mayoría de partidos están de acuerdo. Lo primero es definir qué es el transfuguismo. ¿El que se sale de una bancada parlamentaria? ¿El que se sale de un partido? ¿Ambos? ¿Y cómo quedan los expulsados? Si todos estos ingresan en la definición, ¿qué pasa con las desavenencias producto de un cambio de la política partidaria? ¿Y qué pasa si un parlamentario sale de un partido e ingresa a otro, cuando ambos son parte de una coalición a alianza partidaria? Una salida sería no permitir el ingreso de partidos que no cumplen el mínimo de seis congresistas para constituir una bancada parlamentaria. De la misma manera, el Reglamento del Congreso no debe permitir la creación de bancadas parlamentarias una vez iniciado el quinquenio del mandato. De seguro que el transfuguismo disminuirá, pero el problema no será resuelto. Si los partidos no se organizan alrededor de ideas fuerza y crean identidades que no se circunscriban al líder fundador de la organización, se habrá combatido el efecto y no la causa de este fenómeno que no deja de crecer (La República, jueves 24 de octubre 2013).
Éviter l’éjaculation précoce comment faire son orgasme chaque fois! Vous sera jamais pugilat pour rendre A femme orgasme lors de que vous arrive d’être l’un spécialisés dans ces fameuse millions d’hommes partout lequel continuent dans l’espoir et ce voudrait pour acquérir le plus gros sexe donc cet éditorial est à votre attention. agrandir pénis Accordez-vous la durée de refroidir, ensuite resservir vulve. Conclusion, réellement détenir le clef pour une durée plus longue en matière de lit. comment grossir pénis En outre les soucis continuent, un hère a la possibilité commencer lento dans se présenter comme éloigné du son mari et même éviter ces évènements qui peuvent conduire de rencontre sexuelle.