Dos mensajes de Nadine Heredia en su cuenta de Twitter que dieron en la línea de flotación del náufrago Chehade fueron fulminantes para que el hasta ahora segundo vicepresidente se quedara sin defensa y mostrara la distancia que había tomado Palacio de Gobierno de uno de los hombres del Presidente.
El impacto comunicativo de los mensajes de la primera dama se han convertido así en tema de discusión.
Esto tiene que ver por la influencia que tiene esta figura principal en el núcleo del poder que se articula alrededor del presidente Humala y que ha ido construyendo un perfil carismático en el que resalta su carácter, firmeza y capacidad persuasiva. Nadine Heredia, como ella gusta decir, es cofundadora del Partido Nacionalista. Es decir, parte fundamental de este proyecto altamente personalista que lidera su esposo y que la ubica en un lugar especial en el entorno del poder. El partido se enraíza así en el binomio del matrimonio Humala-Heredia. No por gusto ha sido señalada en las encuestas como la persona que más influencia tiene en el presidente Ollanta Humala.
Como comunicadora se dio cuenta y fue una convencida de que el uso intensivo de las redes sociales en elecciones era fundamental, pero sobre todo el uso personal (“Eres el que twitea”) y no de parte de terceros, que hizo de su cuenta. Ella se encargó no solo de informar, sino sobre todo de opinar y contestar (“conversar”) con los que cuestionaban la candidatura de Humala. Aparecía, incluso, más que los miembros de la plancha presidencial. No tiene cargo, pero su poder radica no solo en su cercanía al presidente, sino en su capacidad persuasiva e influencia.
De otro lado, la política comunicativa del gobierno se está ajustando lentamente. A diferencia del gobierno anterior, con un presidente incontinente, Ollanta Humala parece haberse dado cuenta de sus serias limitaciones comunicativas. De esta manera, su perfil bajo y apariciones poco frecuentes han dejado, sobre todo a los medios, con un síndrome de abstinencia severo. Es así que ante, por ejemplo el caso Chehade y el silencio presidencial, el ahora famoso tweet de Nadine (“Tan difícil es caminar derecho??!!”) se convirtió en el rayo sereno. No es que la primera dama twitee mucho; es más, lo hace menos que en la campaña, sino que lo ha hecho en los momentos precisos, para decir lo que todos querían escuchar. Esto hace que aparezca como la intermediaria comunicativa del presidente, por lo que varios de sus 70 mil seguidores le preguntan, aconsejan y envían mensajes a Humala a través de ella. Es decir, ella aparece como la puerta comunicativa al poder. Ni más, ni menos.
Finalmente, los mensajes de Nadine Heredia si bien nacen de las redes sociales, han tenido este impacto porque se reprodujeron en los medios de comunicación convencionales. Estos ya no son limitaciones, en tanto filtran y desarrollan agendas propias, para el desarrollo de la comunicación política, en este caso gubernamental, pero el impacto que aún pueden producir, no ha sido sustituido, por lo que la relación entre nuevas y viejas formas comunicativas se entrelazan y eso lo sabe Nadine. Por eso, una primera dama con poder y Twitter no es cualquier primera dama y, en consecuencia, un tweet de Nadine no es cualquier tweet (La República, 12 de noviembre del 2011)