(Ideele 230) Acerca del mundo después de la negación del indulto y las suspicacias que genera una gestión que ya empieza a sentir algunos síntomas de desgaste, responden el politólogo Fernando Tuesta y la economista Roxana Barrantes.
¿Cómo se reconfigura el escenario político en el país tras la negación del indulto a Fujimori?
Fernando Tuesta: El panorama se aclara; el fujimorismo ya no tiene mucho que ganar del Gobierno. En consecuencia, su oposición pasa a ser mucho más firme. , desaparece el indulto como un tema de agenda articulador de muchos puntos de relación entre el Gobierno y el fujimorismo. Los demás grupos se van a ir decantando dependiendo de la oposición. Hay que recordar que las demás fuerzas de varios suelen distanciarse del gobierno conforme transcurre el tiempo del mandato y se aproximan las elecciones.
Pero creo que no es solo el tema del indulto lo que lleva a un cierto realineamiento en el escenario político. Hay varios hechos más, como lo que está sucediendo en Perú Posible, un partido que hasta el momento ha mantenido ciertas indefiniciones en relación con el régimen.
Roxana Barrantes: El Gobierno actual se la ha jugado por una alianza con Perú Posible y asumo que los fujimoristas, en este momento, están bastante golpeados políticamente y no van a tener mucha disposición a ayudar en nada a Humala. Entonces, hay que tomar en cuenta que buena parte del empresariado se alinea con los fujimoristas. Todo eso va a generar muchos problemas al Gobierno, a pesar de que yo estoy absolutamente de acuerdo con que se le haya negado el indulto, por diferentes motivos técnicos, legales y políticos. Ojalá que lo sepa sortear.
¿Qué hay detrás del incremento del presupuesto para la DINI? ¿Son creíbles las denuncias de seguimiento a opositores?
Fernando Tuesta: Por algunos indicios se puede considerar que esta posibilidad no se restringe a los opositores: tiene que ver con ciertos sectores del Gobierno. Nuestro Presidente tiene una formación militar, ya se conoce que Villafuerte es además su asesor de seguridad y en temas de defensa, y no sería raro que ellos necesiten hacer un seguimiento a quienes consideran incómodos.
Sin embargo, no creo que esto sea algo compartido por el conjunto del Gobierno. Hay en él sectores claramente institucionalistas, profesionales destacados que no estarían comprometidos con esto. Ello se limitaría a quienes tienen una relación mucho más directa con el Presidente, sobre todo en el sector Interior. Siendo esto preocupante, es solo un aspecto de lo que conocemos. Habría que ver qué sigue.
Roxana Barrantes: Todos los gobiernos deben tener mecanismos de obtención de información de inteligencia; el tema es qué haces con la información que recibes: ¿La utilizas para atacar políticamente a tus opositores políticos, con quien te ves en cada votación, o la usas efectivamente para atender los temas por los cuales se justifica esa inversión de dinero; es decir, en temas de seguridad, lucha contra la mafia y el crimen organizado, control de drogas y seguridad externa.
Me parece que éste es un Gobierno a la defensiva, que no tiene muchos operadores políticos. Prácticamente todo se concentra en la pareja, y eso los vuelve muy vulnerables. ¿Quién sale a dar la pelea política? ¿A quién tienes? ¿A Abugattas? Él sale de cuando en cuando, y está bien que salga, más allá de que esté o no de acuerdo con lo que dice. ¿Quién más de Gana Perú da la pelea política? Casi nadie. Tiene un partido muy débil. Entonces, ¿quién entra a la política? La esposa del Presidente.
Algunos están advirtiendo acerca de un escenario parecido al de los 90; incluso se habla de la pretensión de cerrar el Congreso. ¿Es posible?
Fernando Tuesta: No, por diversas razones. Creo que sería muy apresurado, dado que en los años 90 existieron factores muy distintos. Eran los primeros momentos desde que se había logrado controlar la economía y los más altos de violencia política. Pero, además, había un Parlamento abiertamente opositor al gobierno y, a su vez, un gobierno que hacía campaña permanente contra el Congreso. No veo puntos de coincidencia.
No creo que pase por la cabeza del Presidente el cierre del Congreso. Y, si así fuera, estaríamos delante de una persona que probablemente no ha entendido nada de la política. El Parlamento se puede disolver solo bajo las circunstancias señaladas en la Constitución, y éstas no existen hoy. Además, Humala no tiene fuerza política. Fujimori contaba en 1992 con apoyo político mayoritario, que fue ratificado después de golpe. Era un país dispuesto a seguir a un caudillo autoritario, con el fin de que le entreguen estabilidad y tranquilidad.
Roxana Barrantes: No. No necesitas cerrar el Congreso, porque no sirve para nada. ¿Para qué lo cerrarían?
¿Cuáles son los principales riesgos del Gobierno?
Fernando Tuesta: Todo gobierno que pretende perpetuarse de diversas maneras, como parece ser a través de la candidatura de Nadine Heredia, corre el riesgo de chocar y, en muchos casos, doblegar reglas institucionales, y ése es un problema. El otro tema es, aunque todavía no hemos terminado dos años de Gobierno y faltan tres, el régimen parece fatigado. Estamos delante de un Gobierno que apareció buscando una gran transformación, no por el programa, pero que sí propuso ser algo distinto, y ahora es cada vez más parecido a los anteriores.
Roxana Barrantes: Riesgos de no tener más gente haciendo política. Necesitas gente haciendo política. Toda la discusión no se puede concentrar en la pareja y en Ana Jara, porque de paso van a quemar a un cuadro. Si está sobreexpuesto va a terminar quemándose. Necesita jugársela por algo más que la inversión extranjera. No es solo dándole el gusto a los empresarios; al mismo tiempo, hay que pelear por las reformas que se necesitan: la del Servicio Civil, seguir apoyando lo que se está avanzando en Educación, seguir apoyando en inclusión social. Y necesitas una reforma de seguridad seria. Es lamentable lo que está pasando en seguridad. No por la criminalidad, sino por la falta de reformas.
¿Cómo ves el panorama para las elecciones un 2016, que algunos ya han adelantado?
Fernando Tuesta: En el Perú siempre hay posibilidades para que emerja un outsider, porque es un país donde no hay partidos nacionales que alcancen representar y canalizar intereses. Sin embargo, también es cierto que en la última década quienes han ganado han sido candidatos conocidos. Humala ganó después de dos elecciones, Alan después de haber sido presidente, Toledo después de tres candidaturas. No estamos delante de sorpresas. Y, además, Alan García, como todos sabemos será candidato, lo mismo que Keiko, Toledo y Pedro Pablo Kuczynski. Vamos a ver qué ocurre con Castañeda y Lourdes Flores. También está el tema del candidato gobiernista: deberíamos dilucidar si se presenta o no Nadine Heredia, pero creo que eso no lo sabremos hasta el final.
Ahí existe una gama bastante amplia; todavía no veo el rostro de un outsider, pero recordemos que faltan tres años. Éstos suelen aparecer con no tanta anticipación.
Roxana Barrantes: Puede haber un outsider, pero no estoy segura de que todos los que están acusados de corrupción hoy van a estar totalmente descartados en el 2016. ¡Falta tanto para el 2016!: más de lo que ya transcurrió del Gobierno de Humala. A menos que, efectivamente, se quiera hacer un quiebre constitucional o alguna de esas tonterías. Pero es muy pronto. Debería luchar políticamente la Ley de Servicio Civil, por ejemplo. Sin embargo, ¿cómo es posible que en este momento que es tan importante para seguir creciendo, para seguir fortaleciendo las instituciones, estemos a la defensiva y den una ley tan retrógrada respecto al Servicio Militar? Estamos ante una serie de mensajes contradictorios (Ideele Radio, Junio 2013)
Muy interesante banco de preguntas, quedan claras muchas cosas, felicidades!!