No es necesario hacer una encuesta para saber que la mayoría de la población rechaza el desempeño de los congresistas. Los motivos sobran y muchos han hecho méritos para ganarse populares sobrenombres imaginativos, como abundantes memes. Además, según Latinobarómetro, el Congreso peruano goza de los más bajos índices de aprobación del continente.
Es cierto que los parlamentos no son populares, pero el nuestro hace buen tiempo que está en caída libre. Lamentablemente, los buenos parlamentarios, que los hay, son ensombrecidos por los que atraen el rechazo y desprestigian la representación parlamentaria.
En realidad, desde hace décadas los peruanos se lamentan de sus representantes y, cada vez más cerca del inicio del mandato. Las reformas fueron muchas. A fines de los setenta y los ochenta, se aprobó el voto preferencial, con el propósito de oxigenar la representación parlamentaria, con una mayor intervención del elector. Hoy el balance no es positivo.
En la década del noventa se consideró que este desempeño se debía a una supuesta partidocracia que reproducía representantes ajenos al sentimiento ciudadano. Así fueron puestos en una esquina sancionadora, a quienes se les llamó partidos tradicionales, floreciendo en su reemplazo, como hongos, los aclamados independientes.
Ser independiente en la política y ser exitoso en otros campos de la vida fueron la carta de presentación de cientos de candidatos, muchos de los cuales ocuparon, fugazmente, un escaño en el parlamento. Los independientes no resolvieron los problemas, sino los ahondaron. La mayor parte de ellos estuvieron comprometidos en los escándalos que desprestigiaron al Congreso.
En lo que va de este siglo, la opinión pública, secundada por algunos medios, se encargó de valorar la renovación de los representantes de los partidos, bajo el supuesto diagnóstico de que la permanencia en el cargo, por mucho tiempo, acarreaba una erosión de la representación. La consigna “Que se vayan todos” expresaba esta idea. Y así fue. En el presente parlamento 105 de 130 parlamentarios son nuevos y, en el anterior, 95 de 120 también lo fueron.
Sin embargo, no solo nada cambió, sino se empeoró la representación. Salvo algunas excepciones, la gran mayoría de los nuevos pasaron a engrosar la lista de congresistas perdidos en el anonimato y el pésimo desempeño, con lo que continuó la cadena de lamentaciones.
Pero fue la combinación de voto preferencial, inexperiencia partidaria y alta renovación de la representación parlamentaria la que formó parte, entre otras, de las causas del hoy desprestigiado parlamento.
Por lo tanto, ¿la revocatoria del mandato servirá para mejorar la calidad del parlamento? Así lo creen los promotores de la iniciativa de reforma constitucional.
Para que este mecanismo proceda, se tiene que conseguir alrededor de 60 mil firmas de adhesión, pero es altamente probable que el parlamento rechace la iniciativa. Los promotores podrían solicitar un referéndum, consiguiendo dos millones de firmas, tarea casi imposible y no se aplicaría a la presente representación parlamentaria.
Es bueno saber, además, que en las democracias modernas este mecanismo se aplica en muy pocos países. En nuestra región, solo Bolivia, Ecuador y Venezuela, pero en ningún caso ha procedido siquiera la consulta.
No se usa, porque se asume que el premio y el castigo se canalizan a través de la posibilidad, en la mayoría de las constituciones, de la reelección indefinida de los congresistas. En otros casos ha procedido, en América Latina, reduciendo el mandato de cinco a cuatro años. Por lo demás, el temor siempre es que su uso no sea precisamente el de sancionar un mal desempeño parlamentario, siempre difícil de medir, sino la venganza política u otro aprovechamiento distante al supuesto propósito perseguido. Finalmente, este es un mecanismo de control político y de sanción. Difícilmente con esta medida mejorará la representación parlamentaria y la medicina, nuevamente, será peor que la enfermedad (La República, 9 de mayo del 2013).
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¿Hay alguna diferencia con la renovaciòn por tercios?. ¿cuàl es màs beneficiosa para renovar el congreso?
Se ve muy interesante este proceso, es más fácil y creo que se elegiría mejor.