Conozco desde su creación al RENIEC, al igual que los otros organismos electorales. Sé cómo quedaron, luego de la intervención corrupta del poder, como lo mostraban descarnadamente los vladivideos. Sé también cuánto esfuerzo costó recuperarlos a partir de las elecciones del 2001 y del nivel que se encuentran ahora, en relación a sus pares en los países de la región.
Para los organismos electorales, es una tarea difícil articular limpieza, transparencia, eficiencia, al lado de imparcialidad y neutralidad, en un país en donde la desconfianza hacia el aparato del Estado es alta, más aún en un tema que tiene que ver con el poder.
Pero, por el lado de los candidatos, partidos o, en el caso de las revocatorias, los promotores se observa una actitud poco responsable de desconocer los procedimientos, normas y resultados, sino se tiene éxito. Está siempre latente la estrategia de, si no ganas, empata.
Nunca antes -y ya se ha tenido siete revocatorias- se cuestionaron las normas, procedimientos y resultados de este mecanismo, llevados adelante por los organismos electorales. Y es que estas se realizaban, mayormente, en distritos rurales, pequeños, pobres y alejados de Lima.
Ha cambiado este desempeño este año? No. Veamos porqué.
El cronograma publicado por el JNE en relación a las revocatorias fue conocido de manera anticipada por todos los involucrados. De la misma manera, eran de conocimiento las directivas, procedimientos y plazos que establecen tanto la ONPE como el RENIEC. Todo esto constituye las reglas de juego y no se pueden cambiar, por que justamente obrar así, beneficia a unos y perjudica a otros. Esto es el ABC de un proceso electoral.
Hasta donde se conoce, en relación al pedido de revocatoria de la señora Susana Villarán, el RENIEC revisó 260 mil firmas en 8 días, cuando en realidad tenían hasta 30 para cumplir con el encargo. Asimismo, los allegados a los promotores, no éstos, demandaron que la verificación se haga por muestreo. Sin embargo, el procedimiento, era claro. La verificación se hace firma por firma. Si hubiera sido por muestreo hubieran cumplido con el número de firmas requeridas? Claramente, no.
Por otro lado, la ley señala que no pueden ser funcionarios o trabajadores de los organismos electorales militantes, dirigentes y candidatos de partidos políticos en los últimos 4 años antes de asumir el cargo. No fue el caso del sub gerente del RENIEC, cuestionado en este último proceso de verificación de firmas para la revocatoria de la Alcaldesa de Lima, por sus opiniones antes de asumir el cargo. Aquí lo importante es si sus opiniones, han tenido un efecto en el proceso de verificación de firmas. Si ha sido así, los promotores tienen todo el derecho de interponer los recursos que la ley establece contra el funcionario. Es más el propio JNE, que no se ha destacado por ser complaciente con sus pares, hubiera actuado con imparcialidad y firmeza. Por lo demás, con otro funcionario, el resultado no hubiera sido distinto. Finalmente, tres lecciones necesarias: revisar la pertinencia de las revocatorias, no cuestionar irresponsablemente a los organismos electorales y recoger firmas, puede costar más que una galleta (El Comercio, 1 de junio del 2012).