(PuntoEdu, semanario de la PUCP). Entrevista al profesor Fernando Tuesta Soldevilla. ¿Qué pasó con las encuestas que daban ventaja a Keiko Fujimori?
Han llamado la atención sobre todo por CPI Y Datum. Algunos consideran que han manipulado resultados. Otros, donde me coloco, que se trata de un tema de la calidad del trabajo. Mi hipótesis es que, salvo la primera semana, cuando Humala capta mayor intención de voto, el resto del tiempo, la confrontación se desarrolló en el margen de error. No podías decir quién estaba primero. Pero creo que nunca hubo una diferencia de 5 o 6% a favor de Keiko. Humala la superaba en casi 6%, en los primeros sondeos. ¿Cómo pasa Keiko Fujimori a aventajarlo en 6% y luego Humala saca 3% encima de ella? Creo que esas aperturas y estrechez de intención de voto, no se han dado. Para el IOP, la semana previa al silencio de encuestas, había una diferencia para Humala, en el margen de error. Pero, algunas empresas todavía seguían publicando resultados con una ventaja favorable a Keiko.
Después de la primera vuelta había un 20% de indecisos, blancos y viciados. Al final, los blancos y viciados están alrededor del 6%.¿Cómo se explica eso?
No podemos juntar a los indecisos, con nulos y blancos. Siempre opiné que los indecisos estaban alrededor del 10%. O fueron donde Humala en proporción mayor a los resultados de los sondeos o éstos dieron menos a Humala, de lo que sacó, como pasó en los anteriores procesos. Esto porque tenìa un voto rural, que no es posible captar con debida eficacia en los sondeos pre electorales. Otra posibilidad es la presencia de un voto escondido, que se ubicaba en el sector que no contestaba encuestas. Este 2 o 3% pudo haber sido capital.
¿Qué particularidades destacarías de esta campaña?
Ha sido muy competitiva, sobre todo por el rechazo a los dos candidatos. En todas las segundas vueltas que hemos tenido, uno de los candidatos, ha concitado mucho rechazo. Esta vez fueron los dos. El reto fue bajar los miedos propios o generar más miedo hacia el otro candidato. Además, Humala se colocó en el espacio de quienes estaban descontentos con la política económica. Era el único. Fujimori ganó más votos que Humala entre primera y segunda vuelta, por que pasa de 23% a 48%. Humala pasa del 31% a 51%; gana 20. Ella ganó como 25%, pero no fue suficiente. En el Perú desde hace dos décadas, los candidatos que no llegan ni siquiera al tercio, en la primera vuelta, por lo que la segunda vuelta se convierte ya en otra campaña, donde cualquier cosa puede suceder.
¿Quién ha puesto al presidente: el interior del país o la clase media a la que convenció?
Difícil decirlo porque no sabemos cuán imprecisos fuimos en el ámbito rural. Pero Humala tiene 42% en Lima, que no es poco. Fujimori necesitaba sacar más ventaja en el norte e incluso en el centro del país. Keiko no le gana con una ventaja muy grande en ninguna región. Sí hay regiones en el sur donde Humala saca casi 80%. Lima vota distinto que el resto, desde hace una década. Antes era el promedio del país, ahora, no. En el 2001, ganó Lourdes Flores en Lima y no pasó a segunda vuelta. En el 2006, Flores pierde ganando Lima. Kuczynski ganó Lima y no pasó a segunda vuelta. Keiko ganó en Lima pero pierde la elección. Sacas Lima del resto y la diferencia de Humala crece mucho más.
¿Por qué en el norte Keiko no se hizo de más votos?
Porque allí también hay diferenciación por niveles socioeconómicos. Además creo que los apristas han votado más por Keiko, pero un sector no, probablemente el más popular.
¿Cuánto ha pesado el antifujimorismo?
Bastante, pero también el antihumalismo. Parece que es más fuerte el antifujimorismo. Se manifiesta no solo en partidos sino también en el mundo académico, intelectual, profesional, redes sociales como “No a Keiko”, que constituyen, de a poco, una fuerza importante. Allí está la marcha contra el fujimorismo del 26 de mayo. Los antihumalistas no hubieran podido hacer algo similar o probablemente hubieran hecho algo, pero subvencionado, no de manera natural.
Humala tenía problemas con el voto femenino. Siguió una estrategia que aprovechó a la familia, y en el debate, el tema de las esterilizaciones forzadas. ¿Fue exitoso?
Eran dos personalidades distintas en relación con el voto de género. Keiko, además de mujer, es joven. En contraposición, Humala tenía muy marcado lo masculino, como militar. Trató de compensar esto con la familia, además de la manera más conservadora. Nadine sí juega un papel importante. Al otro lado, a Mark no se le conoce características de políticos que sí tiene Nadine. Ella compensaba además porque es joven y no desarrolla antipatías. Por eso, en algunos sectores aparecía como una persona que equilibraba a Humala.
Da la impresión de que en esta campaña quien ha chambeado más es Humala.
A pesar de haber partido con ventaja, tenía el poder en contra. Y eso no es poca cosa.
¿El apoyo de los intelectuales y personalidades ha sido fundamental?
Ha pesado la suma de estos apoyos, con personalidades diversas y hasta distantes. Humala, dio la imagen de alguien capaz de atraer. Keiko. Salvo Hernando de Soto, solo atrajo a los candidatos que habían perdido en primera vuelta. Al otro lado, estuvo Alejandro Toledo, pero él es un expresidente, Es otra cosa. Además, su equipo estaba también con Humala.
Las preferencias han manifestado las fragmentaciones, odios, incluso racismo.
Cuando las elecciones son muy polarizadas y un candidato concentra el apoyo de los grandes poderes, se muestra también lo peor de nosotros. Este racismo, excluyente, prepotente saltan a la vista. En el 90 fue contra Fujimori; en el 2006 y 2011, contra Humala. Somos una sociedad fraccionada, que a algunos les gusta, porque están separados unos de otros. Es el mal endémico. Somos un país racista. Sacar eso es difícil.