A menos de 48 horas de la segunda vuelta electoral, el Perú se encamina a la elección más competitiva que recuerda su historia. Las últimas encuestas publicadas antes de la fecha de la prohibición, mostraban a los dos candidatos con cifras que se encontraban dentro del margen de error estadístico. Situación que parece no ha cambiado en estos días.
Los dos candidatos han producido adhesiones que cortan el país por la mitad y lo polarizan. Si bien han sido y son los candidatos más disciplinados, han mostrado sus limitaciones como líderes políticos. Por lo que si ambos consiguieron en total el 55% de los votos en primera vuelta, tenian la necesidad de hacer muchos esfuerzos para lograr el apoyo de los votantes de los demas candidatos. Para eso debieron distanciarse de las imagenes asociadas fuertemente Hugo Chávez y Alberto Fujimori.
En este propósito Keiko Fujimori ha logrado mejores resultados, pues si recordamos que ella obtuvo el 23% de los votos y Humala el 31%, ella es quien ha logrado, en mayores proporciones, las adhesiones de votantes de Pedro Pablo Kukzynski (PPK), Luis Castañeda y, en menor medida, los de Alejandro Toledo, cuya mayoría de votantes se inclinaria a favor de Humala.
De esta manera, Keiko Fujimori que recibió el encargo de representar al fujimorismo, consiguió el apoyo decidido del empresariado, así como la mayoría de los medios de comunicación. De la misma manera que de algunos técnicos y profesionales, siendo el mas destacado Hernando de Soto. Sin embargo, es claro que la plana mayor del fujimorismo, no ha cambiado sustantivamente, pues la gran mayoría tuvieron cargos importantes en la década del 90.
Ollanta Humala, ha tenido el respaldo de intelectuales, encabezados por Mario Vargas Llosa, académicos, técnicos, artistas y líderes políticos como Alejandro Toledo. Su intento de dirigir su mensaje hacia el centro político para ganar mayores adhesiones y tranquilizar a los agentes económicos, ha tenido un éxito parcial.
El domingo 5 de junio, cualquiera de los dos candidatos puede ganar. Si bien las encuestas señalan que están parejos, hay otros elementos que no se miden o no se pueden medir, que pueden ser decisivos, entre ellos, el voto de peruanos residentes en el extranjero puede ser clave.
En el padrón hay 750 mil inscritos de un total de casi 20 millones. Pero fueron a votar 400 mil. Keiko obtuvo el 28% al igual que PPK y Humala quedó quinto con 12%. Es altamente probable que Keiko Fujimori consiga una amplia mayoría, teniendo en cuenta que ese voto ha sido históricamente del centro a la derecha. Esto podría producir una vantaja neta de alrededor del 1.2%, que en una competencia cerrada, tendría gran impacto.
Esto es compensado por la intención de voto rural, que las encuestas no logran capturar con presición, pues hay zonas muy apartadas y de difícil acceso. En estas zonas el apoyo a Humala es muy alto. Ese parece ser la razón por la que en el 2006 y 2011 los sondeos ofrecieron cifras debajo de los resultados que obtuvo el candidato de Gana Perú. Este pequeño porcentaje, también puede ser decisivo en el resultado final.
Todo esto produce un nivel de incertidumbre muy alto. Pero de la misma manera muestra un país, que en medio de un crecimiento económico espectacular, tiene instituciones políticas débiles, como partidos que no canalizan ni sistematizan esos intereses que buscan una representación más adecuada y permanente. Así, cualquiera que gane, tendrá un país disconforme, desconfiado y con conflictos sociales que demandan mercado, pero también Estado (Infolatam, 4 de junio del 2011)