(Ideele No.205. 2011). El último Congreso representa el permanente deterioro de las instituciones políticas y de los partidos, quienes tienen la responsabilidad de articular la participación política. Hay una combinación de factores que contribuyen a este deterioro: desde el diseño institucional, pasando por el sistema electoral y el desempeño de los congresistas. El Congreso no cumple sus funciones no sólo porque los partidos, portadores de la representación, no tienen los requerimientos reales para entrar en este grupo de organizaciones, sino que además existe el problema de que las leyes existentes (ley de los partidos políticos, por ejemplo) no cumplen la función de surtidor de aquellas organizaciones que sí los tienen. Un ejemplo: hay 27 partidos inscritos para estas elecciones (¿y acaso hay 27 partidos en el Perú?).
Los partidos se agrupan para saltar una valla que no podrían solos o se convierten en vientres de alquiler. Los dirigentes que pueden ser candidatos y representar a un partido, no tienen los recursos organizacionales, económicos ni logísticos; por ello sucumben a la necesidad de traer invitados con un débil compromiso y cohesión organizativa.
Con el voto preferencial el coctel molotov está servido. Este voto privilegia a los candidatos conocidos y, la mayoría de las veces, a los malos conocidos. ¿Por qué? Porque en la era de la política mediática son éstos los que no tienen ningún problema con el grito , la pose, y terminan teniendo mayores ventajas que aquellos que hacen una carrera política dentro de los partidos. . No hay afinidad, lealtad, adhesión.
El resultado es un Parlamento que sí nos representa porque así somos políticamente. Somos una sociedad de baja cultura democrática, que ha aplaudido a caudillos autoritarios, que ha reposado en dictaduras y autocracias.
Listas congresales
En las elecciones actuales hay listas que han mejorado si uno las compara con las del 2006. La de Perú Posible, si bien pudo ser mejor, es buena comparada a la anterior. Su equipo de plan de gobierno tiene personas de alta calidad profesional. Solidaridad Nacional se he llenado de tránsfugas. Castañeda ha tenido el apoyo de algunos técnicos y profesionales importantes. Pudo haber hecho una mejor lista y no la ha hecho. En el caso del fujimorismo se podía pensar que se iban a cuidar mucho en no colocar a aquellos elementos negativos. Han terminado desnudándose a tal punto que ha sido el grupo que ha tenido que retirar, por el control social de los medios, mayor número de candidatos. El Partido Nacionalista presenta una mejor lista que la del 2006 que se deshacía al día siguiente de las elecciones. Esta vez sí puede superar la valla, pero va a depender nuevamente del voto preferencial. En Alianza para el Gran Cambio se ven candidatos interesantes que pueden hacer un buen rol en el parlamento. Y el APRA también, tiene los cuadros más experimentados.
Con esas seis agrupaciones uno podría hacer un Parlamento respetable. Pero el voto preferencial te puede hacer un mal parlamento.
Muchos candidatos al Congreso han preferido candidatear por Lima dejando su representación en provincia. Esto atenta también contra una mejora del Congreso. Como diría El Gran Combo: (en Lima) “no hay cama para tanta gente”. Incluso esas decisiones van en contra de sus intereses. Si se hubieran quedado representando a las provincias tendríamos una mejor distribución de la representación.
Los partidos han priorizado sobrevivir y esto se ha intensificado con el correr de los años. El transfuguismo es consecuencia de todo esto. No es otra cosa que partidos débiles, invitados, que terminan yendo cada uno por su lado.
Campañas electorales
Contra lo que se dice, esta es una campaña que no se aleja de lo esperado. La guerra sucia tiene un nombre y es contra campaña. Si hay algo distinto es que Alan García actúa de manera directa en las elecciones, lo que no hicieron los anteriores presidentes.
Toledo está haciendo una campaña con una estrategia clara, además de ser el candidato con experiencia. Puede apuntar incluso por el malo conocido. Va a depender mucho lo que haga de acá en adelante. Él debe estar pensando no tanto si pasa a la segunda vuelta, sino cómo pasa. Tiene que llegar con la menor resistencia de los electores que votan por los terceros.
En el caso de Castañeda es una campaña que lo ha llevado a mostrar mucho sus limitaciones de candidato. Uno puede ser un buen gestor, una persona incluso que lleva bien la administración en distintos niveles y no necesariamente ser un buen candidato. Castañeda no es un buen candidato. Colocar su punto de apoyo solamente en la gestión realizada en Lima era sumamente importante pero también tenía sus limitaciones. Desde que salió del municipio, en octubre, empezó un lento pero claro descenso.
Ollanta Humala hace tiempo que dejó de tener el apoyo que tuvo en el año 2006. No es el mismo, no sorprende, no es más el outsider. Usa el recurso constante de la conspiración contra él pero es él mismo quien ha contribuido mucho a que esté donde está. Es un candidato que pese a tener más experiencia, mejores cuadros que lo acompañan en términos de apoyo de plan de gobierno y en lista al Congreso, presenta serias limitaciones. Se pierde aquella idea de que ser opositor te da buenos réditos. Sí, pero no solo.
Con respecto a PPK, las campañas no son un concurso público de méritos, se requiere de más: que te conozcan, que estés apoyado en un grupo, que hagas un estrategia adecuada. PPK tenía lo de estadista, le faltaba lo popular que se ha convertido en populachero. Él, a diferencia de los demás, llegó tarde a la competencia. Mientras se decidía, negociaba, hacía alianzas, trató de abrirse campo, pero ya no había espacio para él en el grupo de los primeros.
La adhesión que tiene Keiko es por la adhesión de su padre. Ese es el avance y ese es el límite. No ha podido desarrollar un liderazgo que le dé una autonomía y un valor agregado más allá de ser la hija de Alberto Fujimori. Su tarea era ir más allá de ese núcleo. Es ahí donde el fujimorismo tiene un límite. El partido no toma las principales decisiones y, si bien es cierto que a ese 20% de lectorado fiel le gusta eso, al resto no . Por mucho tiempo también su candidatura ha estado asociada al indulto. Pero no se vota por alguien que su principal objetivo es indultar al padre, la gente vota por mejorar su calidad vida, no por resarcir históricamente a quien consideran su líder.
La elección estaría entre Toledo, Castañeda y Keiko. Aunque seguimos hablando de probabilidades, difícilmente de escenarios que ya estén definidos. Podría ocurrir lo inesperado; recordemos que estamos en el Perú. Uno de ellos podría caer, pero esos votos perdidos no necesariamente harían subir a los de abajo, sino que se podrían repartir entre los otros dos. En este juego todavía hay mucha volatilidad.
* Versión editada de una entrevista hecha por Raúl Lescano Méndez.
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