Cuando hablamos de formación de opinión pública, casi siempre nos remitimos al papel que cumplen los medios de comunicación, y a las empresas o instituciones que realizan los llamados sondeos de opinión. ¿Cuáles son las intermediaciones que se ponen en juego entre el ciudadano encuestado por estas empresas y los resultados que se publican finalmente en los medios?. En realidad, como todo sondeo de opinión, los resultados que se publican son una cierta aproximación a la opinión pública.No es la opinión pública sino una aproximación a ella. La encuesta es la aplicación de un cuestionario a un grupo muy pequeño de personas, llamada muestra, cuyos resultados se proyectan al conjunto. Por ejemplo, en el caso de los electores. Pero, una cosa es el comportamiento individual de una persona y otra es el comportamiento de un colectivo donde está esa persona. Esto quiere decir, que la opinión pública no es la suma de las opiniones individuales. Por ello, una cosa es dar una opinión individualmente y otra en conjunto con los que piensan igual. Es decir, una cosa es responder u opinar juntos y otra hacerlo separado. De la misma manera, una cosa es hacer pública la opinión y otra mantenerla en secreto. Asimismo, una cosa es enfrentarse a una persona que uno desconoce y tratar de decirle lo que uno opina y piensa, y otra hacerlo con las personas con las que se tiene confianza. Todos estos problemas se desarrollan a partir de la relación entre el encuestado y el encuestador. Por lo tanto, lo que refleja un sondeo de opinión publicado, es una aproximación a la opinión pública. Lo que ocurre es que normalmente se toma en términos absolutos aquello que es sólo relativo. Se considera, además, contundentes las respuestas, cuando resultan solo una aproximación.
Otro elemento para tomar en cuenta, es la existencia de diversos intereses en juego. Uno es el de la empresa encuestadora. A la peruana -aunque también latinoamericana- le interesa obviamente desarrollar su producto llamado encuesta de opinión, particularmente, en período electoral. Al presentar sus trabajos a través de los medios, las encuestadoras se exponen a su atención. De esta manera, se hacen conocidas y reconocidas. Por ejemplo, la mayoría de las 6 o 7 empresas encuestadoras que actúan en el mercado, envían sus sondeos de opinión a los medios de comunicación en forma gratuita. Eso no sucede en otros países. Lo que buscan es que los medios expongan su nombre como fuentes del resultado, en vista que de las 30 o 40 encuestas que realizan al mes, uno solo es sondeo de opinión pública y el resto son estudios de mercado. En general, una persona o elector promedio, mas o menos atento a los temas públicos conocerá a estas empresas, pese a que, en realidad, existen muchos otras empresas que también hacen encuestas. Justamente, la exposición de los medios le permite esta ganancia.
Por el lado del medio, aparte de informar, busca captar público oyente, televidente, etc. Para ello, colocan -esto vale más en un medio escrito que en televisión y radio-, aquellos cuadros que ellos estiman relevantes a sus intereses. Hace pocos días salió publicado una encuesta de CPI, en donde un diario destacó un tipo de resultados y otro diario, en sentido contrario. De esta manera, el gran filtro de las encuestas son los medios de comunicación. Quizá las encuestas no hubieran tenido la popularidad que tienen ahora sino hubiera sido por los medios. Por lo que el medio es un intermediario no solamente conocido, sino fundamental en la comunicación política.
(El Peruano, 20 de Enero de 2000)