Que implicancias tiene esta medida? En realidad, varias y preocupantes. Favorece en forma injusta a aquellos que no han cumplido con una obligación constitucional y un deber cívico. Si bien es cierto muchos omisos provienen de sectores de escasos recursos, el tiempo que transcurre entre una elección y otra es suficiente como para que junten el dinero suficiente para pagar sus respectivas multas. Por otro lado, no se puede premiar a los omisos, cuando hay un considerable número de ciudadanos que no votaron y, sin embargo, ya pagaron su multa. Esta medida no es acaso una burla para ellos y no crea expectativas para no presentarse a votar el próximo año? No se cultiva de esta manera, una vez mas, la cultura de la irresponsabilidad?. Pero esta medida, tal como la ha anunciado le presidente de la república, tiene otras implicancias. La mayor y mas grave de todas es que el JNE, la ONPE y el RENIEC dejaran de percibir, según han manifestado sus funcionarios, ingresos que representan alrededor del 70% de su presupuesto. Si hace algunas semanas el Dr. Celedonio Méndez, jefe del RENIEC, manifestó que requería 20 millones de dólares para mejorar el padrón electoral. Con esta medida dicha solicitud no solo pasara al olvido sino que se le recortara su presupuesto actual y futuro.
A siete meses de las elecciones mas complicadas de las últimas décadas, no es posible que una decisión inconsulta ponga en peligro a organismos que deben cumplir funciones fundamentales para que el próximo año enfrentemos un proceso electoral transparente y adecuadamente organizado. Si el gobierno esta preocupado sinceramente en las elecciones del año 2000, debió solicitar al Congreso que modifique la ley electoral en aquellos puntos largamente reclamados por diversas instituciones, partidos y candidatos. Por ejemplo, la ampliación de los plazos electorales, extremadamente cortos y que estrangulan la organización del proceso electoral; partida suplementaria para el RENIEC para dejar apto el padrón electoral; garantía para que los candidatos puedan desarrollar sus campañas proselitistas y no ser acosados por contramanifestantes.
Pero, si el gobierno persiste en su medida, debe comprometerse a entregar a los organismos electorales, el equivalente a los ingresos que dejan de percibir por el cobro de las multas. Si esto no sucede, estamos delante de una medida de típico corte populista que busca congraciarse con grupo de electores que no tendrán mejor manera de agradecer que pagar con un futuro voto, a quien los condono. Finalmente, subrayar que sino hay compensación económica a los organismos electorales, no será exagerado advertir que la calidad del proceso electoral peligra en todo su magnitud por responsabilidad única del ejecutivo.
(Canal, N Jueves 21 de setiembre de 1999)