Personalmente era dueño del Banco Popular, entidad que tenía conexiones en todo el país. La única experiencia política del candidato fue la de haber sido miembro del Congreso como diputado por Huamachuco. Buscó, inicialmente, apoyo del proscrito partido aprista, llegándose a producir conversaciones entre ambas partes, pero que no tuvieron resultado positivo.
El otro candidato, José Quesada Larrea fue propuesto por la Unión Revolucionaria. Aunque esta organización pasaba por diferencias internas que hizo que una de las facciones, la encabezada por Cirilo Ortega y Manuel Mujica Gallo, se pronunciara por la candidatura de Manuel Prado, en cambio la otra, liderada por el desterrado Luis A. Flores, la desautorizó y decidió el apoyo a Quesada. Este último dirigía La Prensa y tenía el respaldo del sector agro-exportador. Llevó como candidatos a las vice-presidencias a Manuel Diez Canseco y Victor Escudero. La candidatura llevó el nombre de Frente Patriótico y contó también con el apoyo del diario "El Comercio". La fórmula de Manuel Prado se completó con Rafael Larco Herrera y Carlos D. Gibson. Contaba con el apoyo del gobierno, una facción de UR, la Coalición Conservadora y, según algunos, del PCP. Apoyaron también a ésta lista los diarios "El Universal", "La Crónica", "La Noche" y "El Callao".
Fue, finalmente, una competencia interoligárquica y que no mereció mucha campaña. Las elecciones se realizaron el 22 de octubre de 1939 y los resultados no se conocieron sino un mes después, con la consiguiente denuncia de fraude electoral. El resultado oficial se dió a conocer recién el 1ro. de diciembre y declaró ganador a Manuel Prado, quien obtuvo 262,971 votos, es decir, el 78% de los votos, uno de los más alto de la historia. José Quesada se quedó con 76,222 votos que representaban el 22% de los votos válidos. Los resultados fueron conocidos en medio de protestas generalizadas. Rafael Belaúnde, renunció al cargo de embajador como manifestación de protesta por el fraude. Teniendo en cuenta los recursos con que contaba la candidatura oficial, era factible pensar en la inautenticidad de los comicios, pero no de la envergadura que se sostuvo en aquel momento, salvo el caso de Puno. Por otro lado, la candidatura de Quesada no contaba con un respaldo orgánico y nacional, como se percibió en los resultados, en donde sólo tuvo una votación importante en Lima y Callao. En el resto del país es derrotado abrumadoramente, pues no ganó en ningún departamento.
Prado asumió la presidencia en plena segunda guerra mundial. Rompió relaciones con los países del eje y estrechó relaciones con los Estados Unidos. En la oposición, el Apra como el PCP, limitaron la lucha sindical y, el primero de ellos, dejó de promover revueltas militares. A cambio de ello, el gobierno disminuyó la represión contra el partido de Haya de la Torre. El término del primer mandato de Prado coincidió con el fin de la guerra mundial, abriéndose una posibilidad de generar consensos sociales y políticos, como mostraron las elecciones de 1945.
(El Peruano, 23 de Mayo de 1998)