Encomendó, a su vez, a un grupo de intelectuales la elaboración de un anteproyecto de ley electoral que incorpore un poder electoral autónomo, representación de minorías, voto secreto y obligatorio y organización científica de los Registros Electorales. Integraban este grupo los jóvenes apristas Luis Alberto Sánchez, Carlos Manuel Cox, el socialista Alberto Alca Parró; y los independientes Luis E. Valcarcel, Jorge Basadre, José Antonio Encinas, César Antonio Ugarte, Federico More y Carlos Enrique Telaya. Como bien lo reconoce nuestro historiador republicano Jorge Basadre, el anteproyecto, que luego se convirtió en decreto ley, fue un indudable avance en lo que respecta a legislación electoral y estuvo, en alguna medida, en consonancia con la presencia inocultable de las masas como protagonistas y el sentimiento antioligárquico que las cobijaba. El decreto estipuló por primera vez, un auténtico registro electoral técnico, que contó con el concurso de Alberto Alca Parró, especialista que posteriormente organizó un censo ciudadano.
Bajo éste marco legal se estableció como fecha para la realización de las elecciones el 11 de octubre de 1931. Se inscribieron las candidaturas de Víctor Raúl Haya de la Torre por el APRA. Con 36 años, era el candidato más joven, había regresado al Perú luego de ocho años de exilio y con una experiencia política y organizativa importante que lo encumbraba como el candidato de mayor arraigo en los sectores populares, estudiantiles e intelectuales. Luis M. Sánchez Cerro aglutinando a las diferentes facciones de la oligarquía, se presentó como candidato de la Unión Revolucionaria (UR), organización que recientemente había fundado. Popular desde Agosta de 1930, por haber derrocado a Leguía, aparecía, en sectores menos politizados, como el candidato del orden y la estabilidad. El órgano oficial de la UR fue "La Opinión", pero quien jugó un papel fundamental en la campaña sanchecerrista fue El Comercio. Las otras dos candidaturas fueron de menor importancia. José María de la Jara y Ureta miembro del Partido Nacional Democrático fue lanzado por el Partido Descentralista (Sánchez Ocampo), formado por restos del Demócrata, el Liberal, Acción Republicana y la Unión Popular. Sin embargo, el líder máximo del partido de la Jara, José de la Riva Aguero y Osma, había anunciado su público apoyo a la candidatura de Sánchez Cerro, intentando así cerrar filas de las fuerzas de las fuerzas conservadoras para enfrentar al APRA. La candidatura de De la Jara no tenía, fuerza ni organización partidiaria nacional. La otra candidatura fue la de Arturo Osores, antiguo miembro del Partido Constitucional (cacerista,) proclamado por los grupos denominados Coalición Nacional y Partido Laborista del Perú. Al igual que la anterior no tenía fuerza orgánica.
Las elecciones se realizaron en la fecha indicada, con relativa tranquilidad. La población electoral inscrita se elevaba a 392,362 del cual se manifestó un ausentismo del 17%. El escrutinio del JNE dio como ganador a Luis. M. Sánchez Cerro con el 50.75% de los votos válidos, seguido por Haya de la Torre con el 35.38% de los votos. Quedó en tercer lugar Arturo Osores con 7.32% y en cuarto José María de la Jara y Ureta con 6.55%. Inicialmente el APRA dio como ganador a Haya de la Torre pero posteriormente, luego de darse a conocer los resultados oficiales, pidió la nulidad de las elecciones, argumentando inscripción fraudulenta, jurados departamentales de filiación civilista, cómputos ilegales. Tachó los escrutinios en Piura, Ica, Tumbes y Moquegua y protestó contra la anulación del de Cajamarca. Los pedidos no prosperaron, pero la prolongación de los resultados oficiales exacerbaron los ánimos, denunciándose conatos de levantamiento. El APRA, según los resultados oficiales, ya mantenía su supremacía en el norte del país con sus triunfos en Cajamarca, Lambayeque, La Libertad, así como en Huanuco, Loreto y Tacna. En Trujillo el porcentaje se elevaba al 74%. Arturo Osores ganó en Amazonas y Madre de Dios y en el resto de los 16 departamentos lo hizo Sánchez Cerro.
Paralelamente a la instalación del nuevo gobierno, lo hizo el Congreso Constituyente, institución que expresaba, de alguna manera, la correlación de fuerzas políticas: 67 miembros de la UR, 27 apristas, 20 descentralístas, 4 socialistas y unos cuantos independientes como Víctor Andrés Belaúnde y Manuel Bustamante de la Fuente.
(El Peruano, 10 de Marzo de 1998)
Publicado en Historia y Ciencia Política a la(s) 20:48 el día martes 10 marzo por ftuesta
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