El Congreso Ordinario, mantuvo en materia de sufragio, la misma dirección que la constitución anterior. Sin embargo, lo importante fue el debate sobre el voto de los analfabetos. Se les volvió a negar nuevamente dicho derecho por iniciativa encabezada por el clérigo conservador Bartolomé Herrera.
Entre los principales aspectos políticos se encuentran los siguientes: son ciudadanos peruanos los que tienen 21 años o son casados, pero tienen derecho de sufragio sólo los que saben leer y escribir o son jefes de taller, o tienen propiedad raíz o son contribuyentes; los poderes son los mismos que las anteriores, encontrándose el legislativo conformado por dos cámaras, senadores y diputados; en cada provincia corresponde por lo menos uno, por cada treinta mil habitantes. Los diputados deben tener 25 años de edad, ciudadanos en ejercicio y poseer una renta; Los senadores, por su lado, igual pero deben tener 35 años; Las cámaras se renovarían por terceras partes cada bienio; para ser elegido presidente los requisitos son iguales a los de senador. El Congreso calificará las actas electorales y elegirá entre los dos más votados si ninguno llega a obtener mayoría absoluta. El cargo durará cuatro años y no habrá reelección. Por primera vez se instala la figura de dos vicepresidentes; se creó la Comisión Permanente del Congreso, que funcionaría entre los intervalos de las legislaturas y era conformada por diputados y senadores.
En 1867 se elaboró otra Constitución. No obstante, el gobierno al año siguiente declaró la vigencia de la de 1860. Conservadora como la de 1839, es la que más tiempo ha regido la vida republicana, cerca de sesenta años, con sólo breves interrupciones. El país ingresaba así a un periodo muy especial que abría paso a los civiles, pero también a la infausta guerra del Pacifico.
(El Peruano, 10 de Setiembre de 1997)