Estas instancias ejercieron, un papel arbitral sumiso al libertador, fallando por lo tanto en contra de sus opositores. En este clima, 52 partidarios de Bolívar solicitaron la postergación de la legislatura, para dar paso a la consulta a los colegios electorales en relación al proyecto de Constitución elaborada por el libertador y la persona que debería ejercer la presidencia vitalicia. El objetivo era dotar a Perú, Bolivia y Colombia de una Constitución homogénea. Pero, las reglas del juego democráticas estaban ausentes. La mencionada carta constitucional no fue admitida a debate, ni por tanto estudiada, discutida, ni votada por el parlamento peruano. Fue aprobada por los llamados Colegios Electorales, los mismos que como los de Ayacucho y Cuzco, impusieron la condición previa de que Bolívar fuese el Presidente Vitalicio. Así, plebicitariamente, 58 colegios electorales se pronunciaron a favor y sólo el de Tarapacá lo hizo en contra. De esta manera el Consejo de Gobierno promulgó la Constitución y nombró a Bolívar como presidente vitalicio. Las características políticas principales de la Constitución Vitalicia, de clara inspiración napoleónica del período consular, fueron las siguientes: el legislativo lo conforman tres cámaras: tribunos (mayor de 25 años), senadores (mayor de 35 años) y censores (mayor de 40 años). Estos eran vitalicios y nombraban al presidente de la república por la primera vez y confirmaban a su sucesor. El ejecutivo estaba formado por un Presidente Vitalicio, un vice-presidente, quien era el primer ministro o jefe del ministerio, pudiendo ser separado por el presidente. Finalmente, se encontraban los cuatro secretarios de estado.
En un período de impulso de ideas republicanas y liberales, ésta no sólo era una Constitución conservadora sino un vano intento de conciliar principios monárquicos y republicanos, así como fortalecer un ejecutivo con poderes ilimitados. Estaba así, destinado al fracaso.
La oposición, encabezada por Javier Luna Pizarro, no se hizo esperar. Estalla un exitoso motín liberal el 26 de enero de 1827, luego del cual el Presidente del Consejo de Gobierno, general Santa Cruz, convoca a elecciones para un Congreso Constituyente Extraordinario Irónicamente, esta Constitución elaborada para ser vitalicia, sólo duró 49 días.
(El Peruano, 22 de Julio de 1997)