Hace unas semanas, un novel operador de redes 4G vio en el edificio de 8 pisos dónde vivo la posible ubicación de una de sus estaciones celulares. Tras reunir a los vecinos, la junta de propietarios trajo a un ingeniero para explicar la propuesta, y votar. El escenario me pareció muy interesante ya que tras haber enfrentado en mis primeros días de ingeniero a situaciones en la periferia, no había visto esto en el corazón de la ciudad.

De los 40 departamentos, sólo 2 votaron a favor de la estación versus 38 negativas. Los vecinos dieron 3 razones principales a sus negativas a esta oferta que bajaba nuestro mantenimiento y agua a la mitad de precio.

– Valor del Inmueble: Un edificio pierde valor con una estación celular (¿por efecto del miedo?)
– Daño Físico: El peso del equipamiento de la estación (desmentido por un estudio estructural)

Y sobre todo:

– El temido CÁNCER: Porque aunque el estado y la OMS dicen que no hay problema… “No hay pruebas de que las antenas NO dan Cáncer” y no hay estudios suficientes… (porque los leyeron todos)

Le comenté a un vecino sentado a mi lado, con mucho papeles impresos y asustado por la radiación que el sitio con menor radiación es debajo de la estación, es decir nuestro edificio, ya que las antenas dispararán a los extremos, mencionándoles que si el operador no instala en nuestro edificio irá al edificio del frente o del costado, causándonos mayor radiación. “Detendremos esta antena, y luego entonces iremos al frente para evitar que la pongan ahí!” me respondió. Por ahí otro vecino me dijo que “Yo estaba metido en ese negocio y que por eso mi opinión no era válida” (…porque seguro yo obtenía algún beneficio de eso y mi hobbie es freir a las personas con radiación móvil #SarcasmDetected). Este mismo vecino mencionó, sobre la campaña “Antenas Buena Onda” que “El gobierno es incapaz de poder ofrecernos seguridad y que seguro esta aliado con las compañías de telecomunicaciones para hacernos creer que todo bien… en un estado así no se puede creer” (Ouch! para el gobierno, aunque no es novedad). Finalmente, se acordó que al no haberse probado que las antenas NO dan Cáncer, era una medida de seguridad evitar ese riesgo.

Estimado lector de mi blog, si de alguna forma te sentiste identificado con uno de estos vecinos, de uno de los mejores barrios de esta ciudad, te invitó a que junto a mí en este post analicemos lógicamente este último argumento, que (científicamente) no cae más que en categoría de falacia.

Has debido haber leído por el Facebook y otras redes sociales, que un grupo de personas afirma que la leche y los productos lácteos generan Cáncer. Aquí algunas imágenes que quizás te pongan en contexto:

Los colectivos que impulsan esta idea (en su mayoría veganos) afirman que las culturas orientales (China, Japón, etc.) carecen de cáncer (bajísimas tasas, para ser exactos) y esas sociedades no consumen leche de vaca ni productos lácteos como nosotros los occidentales lo hacemos.
Sin embargo, no hay prueba alguna de la generación de cáncer por parte de estos productos, y los promotores de esas ideas argumentan que “No se ha probado que NO PRODUZCA cáncer”

Entonces, coloquemos un pequeño resumen de esto:

Premisa: La leche produce cáncer
No hay evidencia que soporte que la leche produzca cáncer
Y si preguntamos ¿Hay pruebas (hasta hoy) de que la leche NO PRODUZCA cáncer?
La respuesta es NO

¿Es entonces la leche un riesgo para la salud? Pensemos un poco… Seguro empezaste a imaginar todo lo que comes que tiene leche de vaca como el helado, el Baylis, el chocolate, el panetón y no empecemos por las pastas, cremas, etc…

Pero vamos por la gramática y la lógica.

Si yo digo “No hay perros que vuelen” esta frase tiene el mismo peso lógico que la frase “Hay perros que no vuelen (vuelan)” Pero el cachorro Nacho, un cocker spaniel marrón claro – que obviamente no vuela – no puede ser prueba de que los perros no vuelen… quizás aún no encontramos a Krypto de Kryptón, el super perro… por lo que si preguntamos “¿Hay perros que NO vuelen? La respuesta sería sí y la evidencia el pequeño Nacho… Pero ve aquí la contradicción… para probar que “No hay perros que vuelen” es una premisa falsa, hay que encontrar a Krypto, no a Nacho.

Por lo que si quieres seguir comiendo helado este verano en paz necesitas “evidencia de que la leche produzca cáncer” para dejar de consumirla; no necesitas “evidencia de que la leche NO produzca cáncer”, ya que cientificamente hablando tendríamos que barrer en todo el universo de evidencias por un elemento que quizás existe sólo teóricamente en la premisa.

Sí esto te convenció, te invito a llevarlo al caso de este artículo:

Premisa: Las antenas celulares producen cáncer
No hay evidencia que soporte que las antenas celulares produzcan cáncer
Y si preguntamos ¿Hay pruebas (hasta hoy) de que las antenas celulares NO PRODUZCAN cáncer?
La Respuesta es NO

¿Son entonces las antenas celulares entonces un riesgo para la salud?
La respuesta es NO, ya que no hay evidencia de que lo produzca…

Y sólo por jugar un poco, podemos llevarlo al caso irónico:

Premisa: Los alienígenas Romulanos atacarán la Tierra
No hay evidencia que soporte que los romulanos atacarán nuestro planeta.
Y si preguntamos ¿Hay pruebas (hasta hoy) de que los alienígenas romulanos NO van a atacar la Tierra?
La Respuesta es NO

Entonces… ¿Es un peligro para la seguridad planetaria? ¡Alguien avise a Spock y a la Starfleet Academy!

Dejando de lado el sarcasmo y las bromas, la realidad es que cada persona se hace ideas de todo, de aquello que entienden y de lo que no. Probablemente es más sencillo entender que es la leche y los lácteos que entender que es el electromagnetismo. Mi abuelo me mencionaba que cuando apareció la electricidad los padres les decían a sus hijos que “no se pegaran mucho a las paredes porque por ahí pasaba la corriente” y no se referían a meter los dedos en los enchufes sino a la radiación de los cables; y la gente se ha hecho y se seguirá haciendo ideas de las cosas basados en su conocimiento y en los puntos de vista particulares desde los cuales ven la vida.

Si bien la gente tiene derecho a pensar y creer lo que quiera, existe la ciencia y la ignorancia y no podemos dejar que el oscurantismo, el pasar el cuy y cultivar la “llamaplata” tomen terreno, porque el conocimiento y entendimiento son sólo el primer paso de ser libres de miedo y de control. Y es que éste último punto es a dónde quiero llegar. Asustar es un excelente medio para controlar mentes, cuando aparece algo (como el cáncer) que puede atentar contra los tuyos, el miedo hace que las personas sencillamente cierren todas las puertas de una negociación razonable. El miedo a lo que no se entiende y el miedo a las posibles consecuencias que (generalmente) tras la ignorancia no tienen base. Las radiaciones de la estaciones celulares son No Ionizantes y no alteran el ADN, sólo generan calor; pero es difícil poder negociar con alguien que está asustado y que no entiende a que se enfrenta.

Dicen que la ignorancia es atrevida… quizás además yo mencionaría – como decimos en el argot popular – “recontra faltosa”. Y quizás las estaciones celulares son como las zonas rosas de las ciudades… todos están de acuerdo que deben existir… pero nadie las quiere cerca a su casa…

Un saludo a todos, un feliz 2016 y gracias de nuevo por leerme.

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