Recién pude terminar de leer el libro “Por qué fracasan las naciones. Los orígenes del poder, la prosperidad y la pobreza”[1]. La propuesta y el estilo del libro me atraparon desde un primer momento. En él se combina el análisis de las instituciones económicas, las instituciones políticas, y su interacción en un aproximación diacrónica. La economía, la historia y la argamasa política son los temas que más me apasionan.
Instituciones inclusivas
Quisiera comenzar por resumir la teoría de los autores, Daron Acemoglu y James A. Robinson. Ellos postulan como lo hiciera antes Oliver North, que la maduración de las instituciones conduce a un mejor desempeño económico. Distinguen las instituciones económicas de las políticas. Las primeras están constituidas por un conjunto de incentivos que promueven la inventiva y la innovación que son los motores del crecimiento, lo que denominan la creación destructiva en el sentido shumpeteriano. El incentivo esencial es la propiedad y la capacidad de las personas de apropiarse del fruto de su esfuerzo compitiendo con otras personas.
Estas instituciones económicas son alcanzadas cuando las personas son capaces de establecer instituciones políticas pluralistas que aglutinando un conjunto amplio de intereses, sean capaces de asegurar que las instituciones económicas funcionen y aseguren prosperidad. Esto es lo que reconocemos como democracia.
Las instituciones descritas son definidas como inclusivas y cuando la política ayuda a la economía, ésta ayuda a la política y se produce un círculo virtuoso.
Instituciones extractivas
Sin embargo, advierten, para que haya este pluralismo se requiere un remesón en la sociedad que reduzca el poder altamente concentrado que ha sido la característica fundamental de la organización política a lo largo de la historia humana. Esta institucionalidad política construida en torno a un tirano, un caudillo o una élite se sostiene en instituciones económicas extractivas[2], es decir, apropiándose de la mayor parte de la renta de la sociedad.
Estas instituciones extractivas ahogan la iniciativa privada que es la base de la creación destructiva. Las instituciones extractivas pueden incluso por algún tiempo, crecer aprovechando ingentes recursos naturales, y mientras crecen se vuelven más extractivas o depredadoras. Y sea que el excedente sea creciente o decreciente, habrán incentivos entre los grupos dominantes y los que aspiran a serlo, en capturar el poder para perpetuar el modelo. Así las instituciones extractivas tienen sus propios círculos pero viciosos, que conducen al empobrecimiento o a un estancamiento prolongado.
Los autores señalan que no hay ninguna fatalidad en los cursos históricos que siguen las distintas sociedades. Que no se puede explicar el fracaso de algunas sociedades por la geografía, la cultura o etnia, ni por la ignorancia de los líderes. Tampoco que eso se pueda cambiar por una intervención externa o por presión de los organismos de cooperación o regulación mundial.
Y si ninguno de estos factores determinan la suerte de las naciones, las condiciones que permitirían que las instituciones pluralistas triunfen y se sostengan, se deberían en último término a circunstancias que podrían combinar los desarrollos previos con el azar en la historia. Por ejemplo, la mortandad ocasionada por la peste en el siglo XIV debilitó la institución feudal en las islas británicas y parte de Europa occidental mientras lo fortaleció en el este. Sin embargo, la creación de instituciones inclusivas es el resultado del conflicto político cruento como el que condujo a la revolución gloriosa en Inglaterra, la revolución francesa o la independencia estadounidense seguida por la guerra de secesión.
Hasta aquí las ideas centrales del libro. Los autores se apoyan en relatos históricos, citando documentos, para mostrar a través de muchísimas evidencias, el sustento de su tesis. Recorren gran parte del mundo y el Perú es uno de los casos más citados. Incluso, finalizan el libro sugiriendo que Perú pudo seguir la historia de Norteamérica y ésta la del Perú.
Algunas reflexiones
Con cargo a volver sobre la tesis de los autores, concluyo esta nota con algunas reflexiones que sentí que los autores no extraen de modo concluyente de su razonamiento:
1. Hasta la revolución gloriosa inglesa existieron pequeñas sociedades que tenían una conformación esencialmente inclusiva y que fueron destruidas por sociedades mayores extractivas. E Inglaterra conforme se hacía más inclusiva, se dedicaba en el mundo a ahogar o destruir pequeñas sociedades inclusivas, comportamiento que fue seguido por todas las democracias colonialistas y Estados Unidos. Dicho de otro modo, la inclusión británica avanzó siendo extractiva con relación a su imperio colonial.
2. Los autores postulan que para que haya pluralismo moderno, se requeriría previamente una centralización estatal que fue lo que hicieron los Tudor en Inglaterra o los últimos luises en Francia. Es decir, primero tiene que conseguirse un máximo autoritarismo como condición para conseguir el aglutinamiento de intereses que pueda derrocar este poder y transformarlo en algo así como un Estado moderno.
3. Se podría distinguir así entre esas pequeñas sociedades algo inclusivas pero no centralizadas del pasado y las modernas que son los Estados democráticos y desarrollados. La historia habría sido en el más cercado esquema hegeliano, una tensión entre sociedades inclusivas y extractivas siendo que la organización de los Estados nación a partir del siglo XVII, un replanteo de esta vieja pugna entre instituciones inclusivas y extractivas pero a una escala superior y con nuevos y vigorosos actores, para el caso, la burguesía revolucionaria que identificó el propio Marx.
4. Una sociedad sofocada por instituciones extractivas puede crecer pero esto no la convierte en inclusiva. Sin un cambio político, una revolución o algo que se le parezca, que hunda la institucionalidad política, esa sociedad está destinada al fracaso. El irresistible encanto del crecimiento autoritario, léase China, no conduciría al pluralismo como postula la teoría de la modernización.
Volveré sobre el tema.
[1] Why Nations Fail. The origins of Power, Prosperity and Poverty. Publicado en Crown Business, 546 pp, Marzo 2012.
[2] Extractive Institutions. Leí un comentario que proponía reemplaza el concepto por “excluyente” pues en nuestro país hablamos de las industrias extractivas para referirnos a aquellas dedicadas a la explotación de recursos naturales. Sin embargo, el concepto extractivo ilustra bastante bien la idea de la expoliación de la sociedad por una minoría.