Entre las muchas extraordinarias películas que he podido ver, hay una que me emociona como ninguna otra, Amadeus de Milos Forman. La trama y el drama, las actuaciones, la reconstrucción de la época pero sobre todo, la selección de piezas del nutrido catálogo de Mozart son un deleite cuantas veces se repita. He terminado de leer un libro póstumo de Norbert Elías sobre Mozart que revivió mi fascinación por la figura del genial músico.