Mi soledad, que no es más que la falta, desde hace muchos años, de verte por un largo tiempo y en profundidad, de conversaciones íntimas, diálogos sin preámbulos, sin finezas, sino con infrecuencias, me cuesta caro. Vivir sin objeciones no es vivir, sin esa resistencia viva, esa presa, esa otra persona, adversario, resto diferenciado del mundo (mi mundo), obstáculo y sombra del yo, otro yo, inteligencia rival, irreprimible, enemigo que es el mejor amigo, el amor, la hostilidad divina, fatal…Mi soledad, tú… soledad…afectos desolados y tiernamente fúnebres…

 

 

Puntuación: 5.00 / Votos: 1