Y cuando la procesión avanza visiblemente, cuando se hace el requerimiento, cuando llega la respuesta que ha demorado millares de años, también yo respondo, me yergo, desciendo por las aceras, me confundo con la multitud y contemplo en ella lo que piensas que soy y seguiré siendo…
Yo le llamo fortuna, porque no lloriqueo, no tengo miedo, no difiero de mis actos, no necesito nada…voy a pie, con cáncer, libre y por el camino real, el mundo se extiende ante mí …todo esto me basta y me pertenece…

Puntuación: 5.00 / Votos: 3