Reflejadas en el habla cubierta de otro año más, de otro año nuestro, las imágenes varadas a la luz postrera de los ojos, las vagabundas imágenes te absuelven: (dunas que giran en remolinos, palabras como guijas que alcazaban las verjas de arena, y las demás horas curvadas duplicándose en el recuerdo). Y en mi mano (como, tras la noche, la noche) sostengo lo que tú te has propuesto entregar: este sendero de gritos coincidentes y, grano a grano, el nunca desechado desierto, ardiendo en tus labios que cuajan con violencia…

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