¿Cómo yo iba a poder explicarte qué es la tristeza? Si me presientes todo el día y no me buscas. De darme una última salida, un último vuelo caería en una tardecita esas de color mamey, de esas que provoca darle un mordisco. Pero no voy, luz de atardeceres, porque sentí necesidad, ay, de alguien que me atienda y me dispense cariño y respeto antes de dormir: a las niñas que han pasado un duro día se las arrulla, es la ley de la vida: dormir en sábana fresquita y cobija dulceabrigo. Palmadita en la cabeza y almohadita alta, amable que pasen una buena noche y cuando apaguen la luz no les dé miedo …En épocas anteriores de mi vida yo hubiera podido explicarte sobre la tristeza, porque venía haciendo siempre un balance favorable de las acciones del día, pero ahora soy imprevisible, contradictoria…me toca mirar con alumbrado y vigoroso rigor los diversos rumbos de los confines en donde resoplan potentes melodías buscando la música, porque para mí siempre será el sol, la paz y la alegría esa esquina que crucifica el tercio de la canción que hoy escuchas…

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