Y sucede que a veces no identifico a fondo que eres ese antiguo compañero que se levanta por las mañanas y se afeita la barba frente a la piedad de mis ojos… Me explicas que todo esto se trata de un doble tormento entre tu boca y la nariz para coincidir y borrar la muda retórica del pasado , que aún tú y yo seguimos siendo doble simulación de un tiempo extraño, órbitas pérdidas en el cubil insípido de un divorcio, cruel ceniza que se enciende en medio de tanto conflicto…
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