“Unos puercoespines se juntaban mucho en una fría noche de invierno para evitar congelarse con el calor mutuo. Pero pronto sintieron las púas, lo que volvió a distanciarlos. Cuando la necesidad de calor los volvió a aproximar, se volvió a repetir el mismo problema, de tal manera que oscilaron entre los dos males hasta que encontraron la distancia adecuada entre ellos en la que mejor podían resistirlo. Así empuja la necesidad de compañía, surgida del vacio y de la monotonía del propio interior, a que se junten los hombres, pero sus muchos atributos repugnantes y errores insoportables vuelven a separarlos. La distancia media que al final encuentran, y en la que pueden durar un estar en compañia, es la cortesía y las buenas costumbres. A aquel que no se atiene a esa distancia se le grita en Inglaterra: “Keep your distance!” Así solo se satisfará de manera imperfecta la necesidad de calor, pero a cambio no se notarán los pinchazos de las púas. No obstante, quien tenga un calor interior propio prefiere mantenerse alejado de la sociedad para no dar lugar a quejas ni recibirlas”.
Arthur Schopenhauer
Deja un comentario
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.