Sergio Cortella es uno de los filósofos más importantes en Brasil y este libro, para que los niños y sus padres aprendan filosofía, es uno de los mejores que he podido leer.

Diversidad creativa

Hay un pensamiento, sin autoría definida, que dice: “Hay cuatro especies de personas: las que saben y saben que saben, son sabias, y puedes consultarlas; las que saben y no saben que saben, hazlas recordar y ayudar a no olvidar; las que no saben que no saben, enséñales; y las que no saben y proclaman que saben, evítalas”.

¿Cuántas personas encontramos en nuestro día a día que encajan en una de esas formas de saber? Algunas tienen que ser consultadas; otras, evitadas; a otras, enseñarles; a otras, ayudarlas a recordar. Esta diversidad es muy presente en nuestra convivencia y, por eso, vale la pena ser observada.

El secreto de la vida es la biodiversidad, es decir, la multiplicidad que la naturaleza encuentra para seguir viva; esta multiplicidad de la vida amplía inmensamente los repertorios de soluciones para que no haya colapso. De esta forma, la diversidad humana, la “Antropodiversidad”, es también la pista para que no tengamos pocas alternativas y ninguna salida frente a nuestras dificultades.

Cuando necesitamos encontrar una ruta o respuesta inédita, lo mejor es proteger la diversidad de ideas y opiniones, no para creer que vale cualquier idea, pero sí para entender que no vale solo la idea que nosotros tenemos acerca de algo.