MONÓLOGO Y DIÁLOGO
Él, sin barba
él, cobarde
él, torpe
él, escritor con mediano talento (sin mí no era nada y sin mí ahora no es)
él, tan monólogo y yo tan diálogo.
Aquí, la breve historia de una mentira.
A
MONÓLOGO: No me importa saber si algún día me amaste o si me amarás. Me quedaré contigo, a tu lado como quieras: amigo, enemigo, amante, sirviente, hijo, mendigo, lo que tú quieras.
DIÁLOGO: Recuerdo a Barthes “Quiero comprenderme, hacerme comprender, hacerme conocer, hacerme abrazar, quiero alguien que me lleve consigo, quiero cambiar el sistema, no desenmascarar más, no interpretar más. No tengo sentido de las proporciones”.
MONÓLOGO: Tú eres la inspiración, eres lo mejor que he escrito, mi obra máxima. Dale una oportunidad al poema.
DIÁLOGO: ¿Poema? La poesía es arte y como tal conlleva riesgos, dificultades morales, provoca condenaciones, purificaciones, salvaciones y tú vives en el interior de tu eje, rumiando una sola idea y a eso no se le puede dar oportunidades, porque es ahí donde entran en crisis los racionalismos .Tu vida es estática, vacía y la capacidad por alcanzar una verdad no se hace en verso.
MONÓLOGO: Le conté la verdad a ella. No pude mentirle más, le dije que te amaba. Lloró, pero ahora estoy a tu lado, aunque tú no quieras.
DIÁLOGO: Y en ese instante pienso en Mathiu, en Los caminos de la libertad “Él disparaba, las leyes volaban por el aire…disparaba sobre el hombre, sobre la virtud, sobre el mundo: la libertad es el terror…el mundo saltará conmigo. Disparaba sobre toda la belleza de la tierra, sobre las flores, los jardines, sobre todo aquello que había amado. Disparó: era puro, era todopoderoso, era libre…”. ¿La dejaste? Ahora ella, por fin, es feliz. Mujer bala.
MONÓLOGO: Sé que no quieres verme, porque he mentido mucho y en realidad no puedo llevar el ritmo de vida que tú tienes, tus gastos, tus lujos. Me avergüenzo de ser un mantenido, un escritor, un poeta.
DIÁLOGO: Filosofía y economía en el joven Marx de Sánchez Vásquez y ahí dice lo siguiente: “Las cosas, los objetos, los hechos económicos se aclaran cuando dejan de verse puramente como tales y se ven en su relación con el hombre, con la sociedad y la historia”. Analicemos tu relación con el hombre (es nula, no te conoces, no puedes reconocer-los), tu relación con la sociedad (penes vs vaginas), tu historia (unos libros publicados, entrevistas en YouTube, harta coca es menos sexo). Economía de mi valor.
MONÓLOGO: He pasado miles de veces por tu casa, he visto la ventana abierta, quise tocar la puerta, pero tuve miedo a tu rechazo, a tu desprecio. Intenté escribirte de nuevo, pero me bloqueaste del Facebook y WhatsApp.
DIÁLOGO: Sí, ese era Dostoyevski – “Para amar al hombre es menester que este se esconda, pero cuando asoma su rostro, se acabó el amor. La cara del hombre impide amar. En abstracto aún se puede amar al prójimo y hasta a veces, desde lejos; pero de cerca casi nunca”- El límite es la distancia.
MONÓLOGO: Muchos hombres buscan una mujer, un emoción, pero muy pocos buscamos un ideal. Te he extrañado cada día que ha pasado, uno sin excepción. No he podido dejar de pensar en ti.
DIÁLOGO: Esclavitud o libertad. Spinoza: “Fácilmente veremos en qué se diferencia al hombre llevado por un solo afecto u opinión, del hombre llevado por la razón. Aquel, en efecto, hace, quiera o no quiera, lo que más ignora; este, en cambio, a nadie complace como no sea a sí mismo y solo hace lo que sabe que en la vida es primero y que por ello desea más, en consecuencia, a aquel lo llamo siervo y a este libre…” Puede ser, bajo la posible fortuna, consiga un horizonte más claro para sus sentimientos.
MONÓLOGO: Conozco todo de ti…Tus gestos al hablar, el movimiento de tus cejas cuando afirmas o niegas algo. Esos inmensos ojos cafés que sentencian. Tu ironía tan ácida como un limón. Te amo.
DIÁLOGO: Otra vez Dostoyevski: “La actividad del amor, comparada con los sueños (meras ilusiones) es algo cruel y espantoso. El amor contemplativo está ansioso de una proeza rápida que satisfaga enseguida y todos lo vean. En ese terreno se llega efectivamente, hasta el punto de dar incluso la vida, siempre que no dure eso mucho, sino que se despache enseguida, como en el teatro, y todos lo vean y aplaudan. Mientras que el amor activo es trabajo y contención y, para algunos, si usted quiere, toda una ciencia”. Ahora dime ¿Cómo se puede medir el amor?
FIN
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