Surcaremos de nuevo el curso de tus oscuras llagas
semejantes a tus pastores
poblaremos con friolentos ovinos
las fallas de tus deleznables montes
en los que se hallan los campos más tiernos
expuestos a la helada
Pero el aliento nuestro es corto
en tus trampas de abrojos madura el anábasis…
Deja un comentario
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.