Archivo de la etiqueta: trabajo

La moraleja de la historia es…

[Visto: 3582 veces]

Ella, una mujer de estatura pequeña, pelo corto y ondulado, caderas anchas, tez morena y tostada por el sol piurano, mirada tierna y una sonrisa hermosa (a pesar de que en ese entonces tenía menos dientes). Una personita muy sociable y que sabía apreciar mucho las pequeñas cosas de la vida. Ella era mi abuelita materna, Doña Marta o “mamamama”, como solíamos decirle cariñosamente mis hermanos y yo cuando éramos pequeños. Nos dejó hace un par de años, pero la tengo en mi memoria siempre.

Ella solía contarnos cuentos antes de dormir. Los 5 hermanos nos acomodábamos a su alrededor para escucharla con atención y no perdernos ningún detalle. No sabemos si dichas historias eran producto de sus vivencias o simplemente las inventaba en el momento, pero éramos felices con el sólo hecho de poder imaginarlas. Usualmente las historias terminaban con una moraleja o cuando ella decía “ voy a pestañear un ratito y continuo narrándoles…”, acto seguido, ella se quedaba dormida. Sólo nos quedaba esperar al día siguiente para escuchar el final de la historia.

abuelita

Entre todas las fábulas que nos contó, rescato una que se quedó en mi memoria hasta el día hoy. Es la historia del Zapatero Remendón: “Estaba el zapatero remendón, trabajando unos zapatos con tesón. Pasaba horas y horas en su taller, en vez de estar con su familia viendo el atardecer. Todas las horas del día y de la noche permanecía metido en su trabajo, no dejando ni un momento para el relajo. Su familia comenzó a extrañarlo mucho, pero él prefirió seguir remendando sus zapatos con orgullo porque sabía que era el mejor. Sus hijos pequeños venían a buscarlo por las tardes (luego del colegio) para jugar con él pero él se negaba pues argumentaba que no podía perder ningún minuto y debía seguir remendando sus zapatos con tesón. Venía su mujer a hacerle compañía y él la botaba argumentando que debía seguir remendando sus zapatos con tesón. Venían también sus amigos pero él los despreciaba argumentando que debía seguir remendando sus zapatos con tesón. Un día se le apareció un ángel en su taller y le dijo: “Por no haber sabido valorar a tu familia y los momentos de descanso, te condeno a permanecer en una lejana isla remendando zapatos por toda la eternidad”. Cuenta la sabiduría popular que cuando los barcos pasaban por aquella desolada Isla, se podía divisar la silueta del zapatero remendón trabajando en sus zapatos con tesón día y noche ….y sin familia”.

Zapatero-Remendón

No creo que se nos aparezca un ángel para alertarnos al respecto pero considero que este pequeño relato nos enseña una importante lección: “trabajamos para vivir, NO vivimos para trabajar”.

¿Sabemos valorar y compartir nuestro tiempo libre con las personas que más queremos? ¿O por el contrario vivimos postergando “valiosos momentos” en familia por las “responsabilidades” del trabajo? ¿Cuáles son nuestras prioridades a la hora de distribuir nuestras horas?

Si quieres compartir alguna historia, hazlo con toda confianza y así también todos podremos aprender alguna lección valiosa.
Sigue leyendo