Por: Augusto Caña Mamani “Sinshi Cahuide”
En larga noche de cinco siglos, los huestes invasores de Europa; al
frondoso árbol de milenios, con saña cortaron las ramas y incluso
cortaron su tronco. !Pero nunca podrán arrancar su raíz!
Tres poderes concéntricos ajenos, cual monstruo de cabeza tricéfala,
oprimen al milenario TAWANTINSUYU: Dominación de gleba criolla,
dominación de estructura económica y dominación político-religioso.
Vemos que la fogata sin leña no arde y la esperanza sin fe no
sobrevive; el guerrero no duerme en la noche, mientras su moral no esta
derretida; al momento de reponer la fuerza, su mente siempre está de guardia.
Si alguien te inculca una mentira, no olvides preservar la verdad; si
alguien te habla con benevolencia, entonces escucha la palabra de la
razón; si alguien ofusca tu porvenir, descúbralo su inefable motivo.
Solo la palabra autentica del amor, convocara el destino del corazón;
solo cuando uno camina sin resbalar, recibirá el placer de la entrega;
sólo el engaño, traición y mentira, harán desvanecer el calor del amor.
El miedo es argumento de pretextos, es mezquino temor de un cobarde; la
valentía no solo consiste en hacer, sino, tiene que demostrar de ser;
el justo ve las razones correctas, quien sabiamente profesa la verdad.
Difícil es el camino para el infeliz, su penuria es algo menos que la
muerte; quien siente terror ante la verdad, tanto que guarda silencio en
siete idiomas; el egoísmo engendra la envidia, cual viento que anuncia
la lluvia.
El ciego no puede ver la belleza, menos el espejo de su rostro; los
políticos con toda arrogancia, `prometen el engañoso gran cambio; la
religión implica el perdón y castigo, allí disputan la presa el creador y el
diablo.
El cobarde nunca abraza la lucha, se esconde bajo el manto del temor;
el valiente, siempre es más fuerte, físico, mental y espiritualmente;
los nobles crecen sin envejecer y los necios envejecen sin crecer.
La mano de la amistad es generosa, cuando se da con desprendimiento;
toda ayuda recibida en solidaridad, merece retribuir en reciprocidad;
para agradecer a nuestro prójimo, hay que levantar la cabeza al cielo.
No hay que subestimar el silencio, escucha el canto de la naturaleza;
cada corazón tiene un alma gemela y cual hada blanca llega a la vida; el
romance consiste en saber amar, de vivir, suspirar, soñar y cantar.