EL “SUE & LABOR” EN LA LEY DEL CONTRATO DE SEGUROS

El artículo 93º de Ley Nº 29946, “Ley del Contrato de Seguro”, establece que “El Asegurador debe reembolsar al contratante y/o asegurado los gastos razonables realizados en cumplimiento de lo dispuesto por el artículo 92, aún cuando hayan sido infructuosos”, siendo que el artículo 92º del mismo cuerpo legal establece que “El contratante o, en su caso el asegurado tiene el deber de proveer lo necesario, en la medida de sus posibilidades, para evitar o disminuir el daño, y cumplir con las instrucciones del asegurador […]”.

La cobertura antes descrita, es practicada hace muchos años en los riesgos marítimos, siendo que contemporáneamente ha sido incorporada a las póliza de ramos generales, a través de coberturas adicionales, con el correspondiente pago de extra prima. No obstante, como resulta claro del texto de la norma antes citada, y con su entrada en vigencia, todo aquel que tenga un póliza de seguros contratada en el mercado asegurador peruano ya tiene incorporada el “Sue & Labor”[1], o como es conocida en el mercado local la cláusula de “Gastos de Aminoración de la Pérdida”.

Atendiendo a esta nueva normativa, creí por convenir realizar una breve explicación de cómo debe ser aplicada e interpretada la cláusula en mención, la cual es relativamente nueva para el mercado local, y de práctica muy usual en los mercados de seguros foráneos, donde gran parte de nuestras póliza locales encuentra contratos de reaseguro.

En nuestro mercado, la cláusula, antes de la entrega en vigencia de la ley, tenía una redacción similar a la siguiente:

“[…] en caso de producirse un ocurrencia o pérdida o daño real o inminente, el Asegurado y sus servidores y agentes están obligados a tomar la medidas que puedan resultar razonables con el fin de controlar o reducir la pérdida o daño que pudieran recuperarse según este seguro”, asimismo se estipula en la cláusula que “[…] la Compañía reembolsará los costos y gastos en los que haya incurrido adecuada y razonablemente el asegurado y sus servidores o agentes con respecto a dichas medidas”.

El propósito de esta cláusula, es la de imponer al Asegurado la obligación de tomar medidas razonables para proteger y recuperar los bienes en caso de siniestro, siendo que bajo la forma moderna de la cláusula esta también tiene el privilegio de otorgar al Asegurado la posibilidad de adoptar medidas preventivas para proteger la propiedad[2], las cuales de ser efectivas deben ser reembolsadas por la aseguradora.

Sobre el particular y a modo de referencia resulta interesante lo señalado por la Corte Suprema de Pensilvania en los Estados Unidos de América, en cuanto en el caso LEEBOV VS. UNITED STATES FIDELITY & GUARANTY COMPANY  estableció lo siguiente: “[…] the court concluded that the insurer must pay prevention costs because it would be unreasonable not to indemnify an insured who acted decisively and effectively to prevent a loss while completely indemnifying an insured who refused to act in the face of an impending disaster”[3]. Asimismo, se agrega que “[…] it would be an equivocal type of justice to allow the insured to be indemnified if he does nothing in the face of an impending disaster, and yet deny his claim for prevention costs if he acts to prevent the disaster”.[4]

Es importante agrega que para que la cláusula en comentario opere, resulta necesaria la presencia de tres elementos: 1) El asegurado debe demostrar que el daño evitado era inminente; 2) El riesgo evitado debe gozar de cobertura en la póliza aplicable; y, 3) Los costos incurridos para prevenir el daño inminente debe ser razonables[5].

Una nota particular, de la nueva ley, y que insta un criterio de razonabilidad, es la estipulada en el artículo 95º su cuerpo normativo, en cuanto establece que “si los gastos se realizan de acuerdo a las instrucciones del asegurador, este debe su pago integro, y debe anticipar los fondos, si así le fue requerido”. En efecto, si bien la norma (artículo 92º) establece que el asegurador debe reembolsar los gastos razonables por el asegurado para evitar o disminuir la pérdida, si las acciones realizas por el asegurado son bajo instrucciones del asegurado, el criterio de razonabilidad desaparece, y todos los gastos efectuado con el fin de disminuir o evitar la pérdida deben ser reconocidos.

 Finalmente, una explicación de la existencia de esta cláusula, además del objetivo de disminuir las pérdidas que son pagadas por el asegurador, es la concepción que el sistema de seguros funciona en base a un sistema contributivo, donde el dinero recaudado de las primas no es propiedad de la aseguradora, sino que se trata de un fondo colectivo administrado por estas, y del cual cada asegurado tiene la obligación te cuidar en beneficio de la colectividad de asegurados.



[1] «Casual Comments upon Particular Average and Constructive Total Loss»; Author(s): Herbert Barry Source: Virginia Law Review, Vol. 9, No. 5 (Mar., 1923), pp. 344-362 Published by: Virginia Law Review Stable URL: http://www.jstor.org/stable/1064536: “A provision almost universally inserted in policies is known as the “sue and labor clause”, its name being derived from certain terms found in it. A provision of this character appears in a policy of as early date as 1692, in that case the language being as follows: And in case of any Loss or Misfortune, it shall be lawful to the Assured, their Factors, Servants and Assigns, to sue, labor and travel for, in and about the Defense, Safeguard and Recovery of the said Goods and Merchandizes or any part thereof, without any prejudice to this Insurance, to the charges whereof we, the Assurers, will contribute each one according to the rate and quantity of the sum herein assured”.

[2]. Ver. «Casual Comments upon Particular Average and Constructive Total Loss»; Author(s): Herbert Barry Source: Virginia Law Review, Vol. 9, No. 5 (Mar., 1923), pp. 344-362 Published by: Virginia Law Review Stable (http://www.jstor.org/stable/1064536)

[3]. «Allocation of the Costs of Preventing an Insured Loss» Source: Columbia Law Review, Vol. 71, No. 7 (Nov., 1971), pp. 1309-1328 Published by: Columbia Law Review Association, Inc. Stable (http://www.jstor.org/stable/1121321) «Traducción Libre» “El Tribunal concluyó que la aseguradora debe pagar los costos de prevención, porque no sería razonable no indemnizar a un asegurado que actuó con decisión y eficacia para prevenir una  pérdida, mientras se indemniza a un asegurado quien se negó a actuar frente a un desastre inminente”

[4]. Ibíd.  «Traducción Libre» “[…] sería una administración errónea de justicia permitir al asegurado ser indemnizado, si éste no hace nada frente a un desastre inminente, y sin embargo, negar su reclamo por los gastos de prevención si actúa para prevenir un desastre inminente”

[5]. Ver. RICHARD K. TRAUB & ROBERT M. LEFF «Insurance Coverage for Cyber Losses» En: FDCC QUARTERLY, Vol. 53, No. 4, SUMMER 2003, p. 357.

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