La responsabilidad de proteger
Sin embargo, la implementación de este principio, según el informe realizado por Douglas Wilson, no está resultando nada fácil debido al escepticismo que genera esta práctica en los países desarrollados al entender que la R2P sirve como un aliciente a la insurrección armada en el mejor de los casos, o todavía peor, como un verdadero “Caballo de Troya” del imperialismo occidental. Además, existe la sensación generalizada de que ciertos países han dado marcha atrás en cuanto a sus compromisos adquiridos respecto de esta materia.
Radicalización islamista
En un momento en el que tanto los EEUU como la UE intentan renovar sus políticas hacia Oriente Medio, el desafío de cómo tratar con los Islamistas como fuerza emergente más importante en la región sigue siendo un asunto de gran controversia.
Les presento un libro, editado por Micheal Emerson de CEPS, Kristina Kausch y Richard Youngs, autores árabes y europeos que analizan si las políticas actuales de la UE contribuyen a una radicalización de los movimientos Islamistas en Oriente Medio y el Norte de África, o si se pronuncian a favor de una política de inclusión.
La XXXIX asamblea general de la OEA
El ajetreo diplomático de la última semana se asemeja a una merienda de grillos, es decir, un concierto de propuestas y una brújula huérfana de Norte. Honduras y Nicaragua se han encargado de presentar sendas propuestas para que Cuba regrese a la OEA, pero los Castro han determinado que a la Isla no le interesa volver a formar parte de un organismo “infame” y “basurero”, según lo califica Fidel Castro en sus últimas columnas semanales.
Lo paradójico es que oficialmente se reconoce, desde la OEA, que no existe consenso en la región para que Cuba se reincorpore al organismo, paradójico en el sentido que todos los presidentes latinoamericanos, sin excepción, apostaron por normalizar sus relaciones diplomáticas con La Habana, provocando un desfile de visitas en el último año, mostrando al final de cada una de ellas una fotografía de un Fidel Castro vital en el ocaso de su vida. Precisando: No existe consenso latinoamericano en la forma en que Cuba debe regresar al seno de la OEA; existe consenso regional en que Cuba debe hacerlo. En abril pasado, José Miguel Insulza, Secretario General de la OEA, se mostró partidario de buscar la fórmula para levantar la suspensión impuesta en 1962 a Cuba, desterrada desde entonces de la “oficialidad regional”.
Insulza quiere corregir la historia, y para ello ordenó la creación de una comisión especial que busca amarrar los consensos de cara a la cita de Honduras. Además de la propuesta de Honduras y Nicaragua, existe otra presentada por Estados Unidos, donde afirma su deseo de que la isla vuelva al sistema interamericano, siempre y cuando muestre apertura democrática. Por su parte, Perú presentará en las próximas horas otra propuesta. Para Insulza la cláusula que se utilizó para excluir a Cuba es “obsoleta”. Caracas, sin embargo, considera a la OEA como un organismo anacrónico e incapaz de reflejar la “nueva realidad” de América Latina.
Desde hace mucho tiempo recorre en la región el rumor que Venezuela anunciará en Honduras su retiro de la OEA, considerándola un organismo “esclavo” de los intereses de Washington. El detonante del anuncio de Venezuela se producirá, según versiones extraoficiales, en el momento en que se reconozca que no hay consenso regional en la forma en que Cuba regrese a la OEA. Porque para Estados Unidos y otros gobiernos de la región, debe producirse una apertura democrática en la Isla antes que Cuba regrese a la OEA; para el otro grueso de países, no deben de imponerse “condiciones previas”. Es la postura de Uruguay, por ejemplo, que apoya el levantamiento de la suspensión de la participación de Cuba en la Organización de Estados Americanos sin una familia de peros.
LA OEA
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Agua, el conflicto del futuro
Acciones y Omisiones; Conflictos y Cooperación en America Latina
NOS VEMOS EN LA CORTE
A primera vista, América Latina es una de las regiones más pacíficas del mundo. Sin embargo, las disputas fronterizas siguen presentes en la región y los Estados latinoamericanos tienden a no utilizar las instituciones existentes para dirimir estas diferencias. ¿Qué implica esto para el sistema interamericano?
CHAVEZ RUMBO AL 2021
En esta oportunidad decidió extender la opción de la reelección a todos los cargos de elección popular. Aunque hay serias dudas sobre la constitucionalidad de la propuesta, el triunfo del “Sí” evidencia los grandes apoyos que sigue concitando su liderazgo, así como su capacidad organizativa y de movilización 10 años después de acceder al poder. También pone de manifiesto la extremada dependencia del oficialismo del uso y abuso de los recursos del Estado en un contexto en el que no existe la separación de poderes y en el que se han degradado mucho los procedimientos electorales. La victoria fortalece al presidente y amplía las perspectivas temporales de su confuso proyecto socialista. Ahora bien, el líder de la “revolución” tiene por delante el reto de la eficacia en un contexto signado por la disminución del ingreso petrolero, las restricciones fiscales y el deterioro socioeconómico.
BOLIVIA Y VENEZUELA, POLÍTICAS DIFERENTES?
Bolivia y Venezuela han transformado sus Estados, sus constituciones y sus democracias. Aún así, transitan por caminos políticos diferentes. Más allá de algunas semejanzas en las formas de hacer política, los proyectos no son los mismos.
Mientras que el presidente Evo Morales intenta reconstruir un Estado y construir un régimen democrático que incluyan a la población indígena, Hugo Chávez intenta reconstruir el Estado venezolano desde la concentración del poder, la militarización de la política, la polarización y un liderazgo populista carismático y autoritario. La respuesta de la UE debería enfatizar estas diferencias y no igualarlas