El intento del presidente de Burundi Pierre Nkurunziza de volver a su país, para hacerle frente a un intento de golpe de Estado fracasó, y tuvo que regresar a Tanzania, donde asistía a una cumbre, según le informaron autoridades a la BBC.
El avión tuvo que dar la vuelta después esperar 10 minutos sin poder aterrizar en la capital Bujumbura, según reportó otra fuente.
El miércoles en la mañana general mayor Godefroid Niyombare informó que oficiales del ejército habían “despedido” al presidente Nkurunziza, y anunció que fue creado un comité de salvación nacional para gobernar el país.
El anuncio fue celebrado por miles de personas en las calles.
Sin embargo, todavía no está claro el desenlace y la Presidencia ha insistido en que el golpe fracasó.
Intranquilidad
El hecho se produce en medio de la intranquilidad que ha generado su propuesta del presidente Nkurunziza de ser reelegido para un tercer período.
Nkurunziza había rechazado las peticiones para posponer las elecciones del próximo mes.
En una declaración de toma del poder leída a reporteros en una base militar, el general Niyombareh indicó que no reconocía el liderazgo del mandatario porque su propuesta para un tercer período violaba la constitución.
Durante la jornada soldados rodearon las oficinas de la emisora nacional en la capital, Bujumbura, y la policía lanzó gas lacrimógeno y disparó contra manifestantes en Bujumbura.
Aún no está claro con cuánto apoyo cuentan él y los otros oficiales involucrados en el intento de golpe.
Rechazo de mandato
En una declaración transmitida por radio el general Niyombareh dijo: “Las masas han decidido tomar en sus propias manos el destino de la nación para remediar este ambiente inconstitucional en el que está sumido Burundi”.
“Las masas vigorosa y tenazmente rechazan el tercer mandato del presidente Nkurinziza… el presidente Pierre Nkurunziza ha sido retirado de sus deberes. El gobierno ha sido derrocado”.
En el “comité de salvación nacional” del general Niyombareh participan al menos a otros cinco generales del ejército y la policía.
Un testigo le dijo a la agencia Reuters que multitudes que habían estado antes en las calles protestando contra el presidente estaban ahora cantando y celebrando su aparente derrocamiento.
Los disturbios comenzaron el 26 de abril y han provocado la muerte de más de 20 personas.
Decenas de miles de burundeses han huido a los países vecinos en las últimas semanas.
Negociaciones
Algunos informes indican que las facciones de los militares aún leales al presidente se encuentran en negociaciones con quienes respaldan el golpe de Estado para determinar el siguiente paso.
“Ambas partes se han comprometido a encontrar una solución antes del amanecer y anunciarla a la población para evitar confusiones”, le dijo una fuente a la agencia de noticias AFP el miércoles.
Los gobiernistas todavía mantienen control del palacio presidencial y las principales oficinas de radio, cerca a donde se escuchó un fuerte tiroteo en la madrugada del jueves, según informó la agencia de noticias Reuters.
La ONU y Estados Unidos instaron a todas las partes a moderar sus posiciones.