Cinco Estados miembros de la Unión Europea (España, Grecia, Rumania, Eslovaquia y Chipre) siguen sin reconocer Kosovo y no se espera que todos cambien de opinión en el futuro próximo. Para avanzar con esta cuestión es necesario superar la división existente en la UE en torno a Kosovo.
Estas diferencias contribuyen a aumentar la incoherencia de la política europea hacia los Balcanes. La “no resolución” es una constante fuente de inestabilidad en la región y un serio obstáculo no sólo para las perspectivas de adhesión de Kosovo a la UE, sino también para las de Serbia. En este Policy Brief, Judy Batt examina los escenarios posibles a raíz de la opinión de la CIJ y analiza las posibilidades de adhesión tanto de Kosovo como de Serbia, sin que este último país reconozca a su vecino.