El libro dedica especial atención a la eficacia del Consejo a la hora de apoyar y supervisar sus propios mandatos y de orientar tanto a las misiones sobre el terreno como a las operaciones multinacionales; las limitaciones con que ha actuado; la implementación de la resolución 1325 sobre la mujer y la paz y la seguridad; y el impacto del uso de la fuerza sobre los objetivos políticos y de construcción de la paz.
El estudio hace recomendaciones para misiones futuras y pone de relieve la necesidad de consenso entre las partes involucradas en el conflicto y dentro del propio Consejo de Seguridad; la inadecuada implementación de la resolución 1325 en todos los casos; y la vital importancia de las estrategias regionales, especialmente en el caso de Afganistán.