Últimamente hemos presenciado la violenta realidad de lo que ahora es una guerra, la de Israel contra Gaza. Expertos en ambos lados intentarán probar que “el enemigo” es el culpable del cese del alto el fuego. Sin embargo, en este comentario, Simone Susskind no tiene la intención de revisar la historia, ni de culpar a nadie. En cambio, presenta cuatro puntos que considera esenciales para entender mejor los mecanismos que han motivado a ambos lados a reanudar los enfrentamientos.
La atención y la esperanza de todos los que desean una paz justa y duradera en la región está centrada en la nueva administración estadounidense. ¿Tendrá Barack Obama, el nuevo presidente, quien prometió el cambio –quien simboliza el cambio– la visión y el coraje necesarios para obligar a los principales protagonistas del conflicto a negociar acuerdos de paz definitivos?.
OBAMA Y GAZA