Por Tatiana M. Chávez Filinich
Alumna de la Maestría de Derechos Humanos

Siempre me he sentido atraída por la psicología, sea de un lado u otro de la orilla. Considero que, junto a la filosofía, es una de las disciplinas que proporciona herramientas para realizar un ejercicio introspectivo interesante y profundo.  Sin embargo, el abordaje individual o clínico no es suficiente, más aun cuando somos conscientes de nuestro entorno, que somos sujetos dentro de uno o múltiples contextos, que nuestra cultura así como aquellas a las que nos aproximamos inciden en nuestra personalidad y el desarrollo de la misma. Entonces ya no se puede pensar únicamente en el individuo o acaso en este y su entorno, sino en el colectivo que se integra, articula y fortalece con cada uno de sus miembros.

A la fecha estoy elaborando mi tesis de postgrado sobre salud mental y memoria. A partir de los textos revisados reparé en el enfoque psicosocial que se puede dar al estudio de los conflictos armados internos y la intervención comunitaria a las víctimas de estos.

Por todo ello decidí inscribirme en el curso de Intervenciones Comunitarias en Conflicto Armado Interno y Desastres de la Maestría de Psicología Comunitaria dictado por la Magister Miryam Rivera Holguin. Estoy segura que me ayudará en la tesis, no sólo por el aporte de conocimientos técnicos –dado que soy abogada de formación-, sino también por el enfoque adecuado, sumado a la perspectiva interdisciplinaria dada en el curso lo cual enriquece el estudio de las políticas públicas y el análisis de casos.