Pido al cielo tu desvelo
en esta noche de luna,
bajo sábanas rojas,
entre pétalos de rosas
el sopor de tu silencio
la excitación sobre nuestro lecho
tibia y oculta
creada la atmósfera
se torna bella
precisa,
recurrente,
el silencio de las miradas
cuerpos de serpientes enroladas
crean el amor furtivo
por horas de compañía.
Micaela
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Líneas ondulantes y oblicuas frente a él
ojos maltrechos, azulados y negruzcos
en rojo zigzaguean
acalorados cuerpos bailan en tinieblas
buscan refugio al final de la calle
manos insomnes cogieron la fulgurante mecha
que expande adormecido sus aromas
fascinación en lo inconsciente
vientos petrificados en la divagación
balsámico rostro pálido
sus ojeras se encienden
el cristal de sus ojos se expande
magnificencia de indómitas retahílas
es el temor naciente de la incansable risa
no detiene el juego certero
ofrenda espectral
noches blancas en el báratro
inicia el descenso en acometida
efímeros caminos,
exhala el cansancio de retorno
es el éxtasis compartido
Orión…en la desenfrenada adicción.
Micaela Sigue leyendo
I
Tuercen humaredas entre faroles
luna en cuarto creciente diluye su reflejo
canta la melodía olvidada
ya no más visión de noctámbulos
musarañas negras gritando en rebeldía
humo cuajado en plena oscuridad
caen cenizas mil sobre botas
gritos de furor
memoria nazi
alegoría de la decadencia y conmiseración
irreverente poesía marginal
góticos perdidos a medianoche
en incubada soledad.
II
Oscilaciones y destellos en arcoíris
sinuosidades en el cielo bajo constelaciones
sonrisa ingenua asomándose tras el recuadro
carrusel de pinturas en bermellón y carmín
calles crispadas en armónico azul
imágenes ondulantes al clima en gris
devorando el aire en música sin fin.
Micaela Sigue leyendo
Pulsan latidos a voces, el eco profundo
como hilos blancos circundando la plenitud
capullo húmedo rosado
montado sobre las sombras
versa tenue en la oscuridad
palabras en verso mordiendo los oídos
morado sendero a la saciedad
las horas se pierden, minutos se van
parte entre sábanas hojas que él ya no escribirá
su vida envuelta en el sonido de la soledad
escapan gotas, brillos y reflejos
escalofríos en su exhausta piel
truenan húmeros frágiles
quiébrense miles de a pocos
bébanse las horas
escondan al tiempo
engañen al día que ya quiere despertar
cierren las ventanas,
no saldrá jamás
su voz atrapada quedará
guardada en páginas de poemas
y en lo profundo de ese cuerpo inerte
que alguna vez quiso soñar.
Micaela Sigue leyendo
Pensamientos sentenciados,
estragos en el gris opaco de las palabras
estrujaron sus sentimientos como violetas pisadas,
las plumas de sus alas arrancadas
látigos marcados en la realidad más remota
rosadas huellas se extienden al dolor.
Heridas que brotan de sus venas
como surcos en la corteza de su razón.
Marcas en su pasado, imborrables secuencias del desamor.
No culpes sus sentimientos ni su infantil ilusión,
déjala reflotar en sus fantasías
ya no tiene más corazón.
Micaela
Me convertí en sirena para llegar a ti
con el cabello mojado lleno de estrellas
con mi piel de húmedas escamas
con aletas que me impulsan a soñar
con mis sueños sobre las aguas
aquí estoy reposando en la arena
bajo tu mirada
exhausta
exánime
extasiada
canto para ti
escucha mi voz
tu reino, el mar
dios Neptuno
convertido en hombre
cabalga las olas
te he de amar.
Micaela
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Tiempo ninguno es nada
pronto la llegada de negras guitarras
eco de gritos entre los cerros
un batería retumba los cráneos sofocados
fueron días en espera
licor como lluvia aplacando la oscura y calurosa noche,
November rain en pleno verano.
Luces se apagan,
otras se encienden
entre el vapor multicolor
arómatica, soñadora:
su voz, inconfundible.
Adonis entre las nubes.
Agobiante y desafiante mirada
oculta del resplandor de las luces
movimientos reptilíneos con los nuestros
su rubio cabello apenas asoma bajo del sombrero
jeans danzando en la Paradise City
melodías empapadas.
El alma se agita, se corta la respiración
furor entre cuerpos rebozantes
jadeos extenuantes
polos negros son una prisión.
Su voz como mordiscos en mis oídos
se estremece la piel
letras negras pintadas con sus manos
música apaciguando el furor
posesionada de mí
desfallezco en un suspiro.
Libero cada gota de mi frente,
desciendo del limbo
en atmósfera azul, roja y negra
vuelvo a mí.
Toqué las puertas del cielo.
Micaela Sigue leyendo
Avenidas al óleo dibujadas. Sola a tientas, entre la sonora madrugada, las calles solitarias buscan la razón de tu existencia. El camino serpenteado a mil leguas llevó tus sueños prolongados. Cantos desesperados por unos de licor helado, cuajadas las horas en el transcurrir de un olvido. Solitario amanecer entre las sombras de cada rincón. Maltrecha ensució el confín de su memoria, ahora manchada y sucia. Gotas de licor salpicados en el pantalón, testigo mujer de tu indeseable inmadurez. Perros ladrando a media noche persiguen tu dolor. Cuelgan de tus manos la razón sombría, melancólica…dañada. Extensos cabellos ya no existen, fueron regados en los muros afligidos, yacen sobre el gris pavimento de tu confundida decisión. Cortaste también tus oídos para evitar el agobiante ruido de tu ciudad perdida. Fueron minutos en los que la verdad cubrió la razón de tu partida. Cada puente imaginado entre el río y el cemento ya carcomido dejó enmarcado tu confusión.
Verdades abrumaron la conciencia afligida. Estás frente a la razón de tu apesadumbrada existencia como utopías creadas que desbordan de una dolorosa vida. Es el cielo que deslumbra con su presencia en un instante. Inagotable marginación ante la vida en soledad. Tu mirada en el asfalto cubre todos los agujeros. Sensación indescriptible entre las roídas vías y tú. Bailan tus ojos en historias embarradas de tus cavilaciones. Adoras cada luna descrita entre sucias veredas. Callas con un suspiro, es el éxtasis de la admiración relegada. Mujer ilusa, onírica ante la realidad confusa. Lo tienes en tu crédula adoración. Un personaje más de su versado intelecto. Una oscura voz suplicante en el presente. Cuerpo ajeno a tus caricias sin fin. Deja ya tu desvarío que se vislumbre una nueva noche donde a tiento de reposada y pensada vida renazca en tu mente vívida y profusa una fecunda sed de meditación y cordura.
Micaela.
Recital de poesía por el Día Internacional de la Mujer, realizado en el Averno, el día viernes 05 de marzo-2010.
Mujer, con escudo de tus relegadas palabras
clama tu voz en bandera blanca
luchadora incansable de tus virtudes
se desprende la fecunda palabra
tus pies echas llagas supuran una ardua batalla
inagotable trabajadora cargas a tu espalda el maltrato por siglos hallada
arrojas desprecios en el abismo de una historia
pues siempre en la irrefutable celebridad dejas estampada tu victoria.
Mujer, en los campos de la reflexión y paciencia
rehúyes de la sinrazón, del abandono
viertes en tus manos la esperanza de un nuevo corazón
por tus hijos que sola parirás
la frente al sol, por ellos lucharás
haz de redimir por siempre tu libertad.
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Àngel de profusas heridas sin sentido, relámpagos eclipsados en la ciudad perdida, caen tus sueños en el atardecer del olvido, donde queda grabada una voz en el vacío. Desprende agobiantes marcas en la distancia de exhaustas palabras y derramados suspiros. En la tierra húmeda de cobalto esparcida en oscuridad de sus tristes gemidos. No más utopías en la insistencia del amor insano ni tormentosas ideas de rebelión como eslabones atados en tus frágiles manos.