En el parnaso de los siglos, a media luz del crepúsculo lunar
entre nubes alternas sobre dos mundos distantes y dispersos,
aguas en remolinos danzantes me llevan a la nueva ciudad.
Acariciando tus versos, deleitándome con ellos sobre ti me poso.
Prendida de tu voz y la distancia, sin saberlo transcurren los días
en esta noche fría, en la soledad de mis pensamientos, espero por ti.
Es el tiempo que huye desesperado escapando del bullicio
en la velocidad de azules mareas,
es a ti poeta a quien llamo
porque cada línea entre horas nocturnas digo que te amo.
Te encuentro en medio del mar de palabras
y en cada ventana buscándome, aguardando mi llegada.
En el frío de olas como un abanico de espuma
es sólo la bruma de tus besos lo que deseo.
Sumergida en el incandescente fuego de tus celos
con las estrellas de mar adornando mis cabellos
me tienes aquí, envuelta en tu lejano sentimiento.
Micaela