Cuerpo que deambula solitario en silenciosa oscuridad
entre tinieblas una luz se extingue,
cielo de metales vivientes eliminó rastros de volátiles seres
bacterias anidan en el torrente imperioso de pieles aniquiladas
no existe enfermedad alguna,
en este andrajoso y radiactivo cuerpo
llagas…quemaduras cubren sus huesos,
gotas de agua ácida caídas del cielo,
entre sus manos se escurren rastros de vegetación marchita.
Ha de anidarse la miseria en su habitat;
nostalgia del Edén creado.
Lamentos constantes en la perpetuidad,
pasado que recuerdan el paraíso fértil
donde la tierra húmeda guarecía mi razón de vida.
Abundancia: dulces frutos, agua cristalina, vegetación; oxígeno
…ya no existen más.

Micaela