sábado, 14 de marzo 2015
¿Photoshopear o no photoshopear? Comentarios de Martín Rázuri, estudiante de nuestra maestría y Margarita Ramírez, docente del Departamento de Comunicaciones.
El semanario de noticias de nuestra Universidad, Punto Edu, publicó un artículo en el cual se analiza el uso del Photoshop y la dependencia que los usuarios estamos creando hacia este. Para ello, dos especialistas en el tema dan sus opiniones de acuerdo a su experiencia. Uno de ellos es Martín Rázuri, especialista en diseño editorial, profesor del departamento de Arte y estudiante de nuestra maestría y la magíster Margarita Ramírez, docente del departamento de Comunicaciones.
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Los límites del retoque de fotos: ¿photoshopear o no photoshopear?
Hace 25 años se creó un programa que rápidamente logró fama mundial. El Photoshop es utilizado en todas las publicaciones, pero estas han recibido críticas por su uso excesivo en algunos casos y en otros por llegar tergiversar la información. ¿Nos estamos volviendo dependientes del Photoshop?
Si bien Photoshop es un programa profesional para el retoque de las fotografías, con el tiempo la necesidad de modificar o ‘mejorar’ las fotos ha hecho que aumente el número de programas que cumplen una función parecida pero que son más fáciles de usar. Actualmente es difícil pensar que alguien no le ponga aunque sea un tipo de filtro en las fotos tomadas con los smartphones.
Enfatizar o exagerar
Martín Rázuri, profesor del Departamento de Arte y especialista en diseño editorial, menciona que es importante resaltar que Photoshop es tan solo una herramienta que ayuda a enmascarar o ‘maquillar’ la imagen, por eso es necesario solo en determinados momentos dependiendo del objetivo que se quiera lograr. Por ejemplo, el profesor recuerda que la revista Vanity Fair, para su última edición, fotografió estrellas de Hollywood con la temática de los premios Oscar. Todas las fotos estaban retocadas, sin embargo, la diferencia está en que el público sabe que se trata de una opción artística.
“Se podría decir que el límite del retoque estaría en la finalidad: si idea es presentar una noticia objetiva o si quieres mostrar la belleza de una actriz, la temática es distinta y el tratamiento de las fotos también”, señala Martín Rázuri.
En el último World Press Photo, se descalificaron cerca del 20% de fotos por ser ‘retocadas en exceso’. ¿Pero qué significa esto? Para la magíster Margarita Ramírez, docente del Departamento de Comunicaciones, se puede retocar las fotos para acentuar zonas de luz o las zonas oscuras, una práctica que no es nueva. “Desde la época de la foto analógica, las imágenes se retocaban en el cuarto oscuro, a veces es para dar más énfasis o dramatizar algunos aspectos”, menciona. Ramírez enfatiza que desde el momento en que el fotógrafo hace un encuadre y decide poner o sacar cosas del mismo, ya se está brindando una mirada subjetiva. “La foto da un contexto a la noticia y habría que ver si el quitar o poner un elemento modifica este contexto”, agrega.
Lamentablemente en algunos diarios se hace una exageración que se llega a la modificación de la realidad por un deseo de ser sensacionalista, es así que la profesora Ramírez recuerda la época en que los diarios chicha montaban fotos y se inventaban textos.
“Todo lo que es mentira es condenable, si hago una sátira o ironizo el hecho, lo estoy exagerando pero no lo estoy inventando”, sostiene Margarita Ramírez.
Vendiendo una ilusión
Últimamente se han publicado en internet fotos sin retocar de diversos artistas, que se han logrado viralizarse. Algunos mencionan que debemos asumir que toda foto es retocada hasta probar lo contrario, y es que a veces tendemos a olvidar que las fotos publicitarias o las que aparecen en publicaciones de moda, tienen como objetivo vender una ilusión. “Mucha gente se siente ofendida cuando ve la realidad, pero se debe asumir, por ejemplo en moda, que se tiene que retocar, ellos venden un mundo ideal, aunque hay gente que no les gusta. En cambio en prensa no puedes hacer que la gente piense algo que no es, como cuando se quita o pone gente en la imagen”, menciona Razuri, quien cree que esta fascinación se debe al morbo de saber que cualquier persona puede ser igual a quienes aparecen en televisión, cine o en revistas, que en realidad no son seres inalcanzables.
Es en esta necesidad de alcanzar la ‘perfección’ que algunas publicaciones exceden el uso del retoque. “Siempre les digo a mis alumnos que una foto bien retocada es la que no es perfecta. La perfección no existe, es fácil notar que es falso algo que no tiene imperfecciones”, explica Razuri.
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